Las monedas de oro

Entre los cuentos de terror para niños es conocido el de Xóchitl y las monedas de oro. Una fresca noche de octubre, Xóchitl bajó por las escaleras de la casa de sus padres en Córdoba, Veracruz. Como en la casona también vivía varios sirvientes, la niña no se sorprendió cuando escuchó unos ruidos al subir de nuevo a su habitación. Sin embargo, le llamó poderosamente la atención sentir un corto correteo, como unos pasitos infantiles al final del corredor de su cuarto. Curiosa, se dirigió al final del pasillo a ver qué sucedía.



Escondida tras una de las largas cortinas de los ventanales observó a un niño con vestiduras relucientes abriendo un agujero en la pared. El chiquillo tenía un aspecto fantasmagórico, pero eso no asustó a Xóchitl, quien no le quitaba el ojo de encima, pues estaba maravillada con lo que hacía el pequeño. A medida que el infantil espectro continuaba abriendo el orificio en la pared, introducía en ella un sinfín de monedas de oro que salían de entre sus manos. El fantasma se esfumó, dejando aquel tesoro en el agujero, que se había cerrado mágicamente.

Al salir de detrás de la cortina, Xóchitl se dio cuenta de que estaba acompañada. Ana, una de las sirvientas, había sido también testigo de aquel suceso del más allá. 

–“Niña Xóchitl, le prometo guardar el secreto de lo que hemos visto esta noche. Pero también le propongo que, como cómplices, mañana busquemos ese tesoro que está tras la pared”, le dijo la criada.

–“Sí, Ana. No le contaremos a nadie nuestro secreto. Tomaremos esas monedas y serán solo nuestras”, respondió la niña.

A la noche siguiente, cuando todos dormían en la casona, Xóchitl y Ana se encontraron en el oscuro pasillo a la luz de una lánguida vela. Al iluminar el agujero, este se abrió mágicamente.

Por su pequeña talla, Xóchitl pudo meterse en el hueco, de manera que podría recoger fácilmente las monedas de oro que el niño había dejado allí la noche anterior. Mientras tanto, Ana sostenía la vela e iba almacenando las monedas en su mandil. Al ser tan cuantioso el tesoro, Ana y Xóchitl repitieron el procedimiento varias noches consecutivas.

Como ya era habitual, se encontraron en el pasillo por la noche. El candil apenas emanaba luz, mientras que Xóchitl sacaba y sacaba monedas. Ana empezó a sentir escalofríos, aterrada porque la vela estaba a punto de consumirse.

–¡Niña Xóchitl, salga, salga del agujero! ¡Ya tenemos suficiente por hoy!

Al levantarse para salir, Xóchitl se percató de que se le había caído la última de las monedas, por lo que se inclinó de nuevo para buscarla dentro del agujero, cegada por su codicia y sin escuchar los desesperados ruegos de Ana para que saliera. La vela se extinguió por completo y, en medio de la oscuridad, el agujero de la pared se cerró para siempre.

Desde entonces, y solo por las noches, se escuchan al otro lado de la pared los sollozos ahogados de una niña mientras parece juguetear con una moneda en un bucle infinito.

Cortesía de Monita 


Las Auroras


DÓNDE VER LAS ESPECTACULARES AURORAS BOREALES DE CANADÁ

Northern Lights Aurora Borealis Churchill, Manitoba



DÓNDE VER LAS ESPECTACULARES AURORAS BOREALES DE CANADÁ

Northern Lights Aurora Borealis Churchill, Manitoba
Travel Manitoba
Travel Manitoba

La aurora boreal tiene todas las características de una protagonista de novela literaria: es elusiva, hermosa y se hace del rogar. Este fenómeno natural, también conocido como “luces del norte”, es tan alucinante y etéreo que atrae visitantes de todo el mundo para poder observarlo.

 

Esta es una guía de los mejores lugares para contemplar la aurora boreal en Canadá, cómo y cuándo presenciar sus espectáculos, y consejos para aprovechar la experiencia al máximo, ya sea desde una mullida cápsula-mirador en una aldea de tipis de los Territorios . 

El guardavías (Charles Dickens)

The signal-man (1866) está considerado como uno de los mejores cuentos victorianos de fantasmas, además de un claro ejemplo de relato de horror psicológico. Dos acontecimientos reales inspiraron a Charles Dickens: el choque de varios trenes en el túnel de Clayton (Reino Unido) en 1861 y el descarrilamiento de un tren en Staplehurst, en 1865, en el que viajaba el escritor británico.

Portada de ‘El guardavías’, Charles Dickens (Ed. Anaya)
Resumen:

Los protagonistas de esta historia de terror son el mismo narrador y el guardavías, un hombre que debe pasar toda la noche en una caseta a pocos metros de la boca de un túnel. La primera vez que el narrador ve al guardavías lo llama desde arriba de la hondonada: «¡Eh, oiga! ¡Ahí abajo!», palabras que inquietan visiblemente al hombre.

El narrador vuelve a visitarlo a la noche siguiente y, más confiado, el guardavías le confiesa el motivo de su desasosiego: un espectro se aparece en las vías del tren, cerca de la boca del túnel. Solo él puede verlo y oírlo cuando grita: «¡Eh, oiga! ¡Ahí abajo! ¡Cuidado!». No logra contemplar su rostro, pues lo oculta con el brazo izquierdo mientras agita el derecho.

Tras la aparición del espectro siempre ocurre alguna desgracia. Después de la primera ocasión se produjo un accidente ferroviario y murieron varias personas, mientras que, tras la segunda, murió una joven pasajera.

Lo que más aterroriza al guardavías es que ha visto al fantasma por tercera vez y no sabe qué nuevo horror se avecina. Se despiden y el narrador, escéptico, se aleja pensando en que aquel hombre necesitaría ayuda médica.

Al día siguiente, mientras está paseando, el narrador ve a varias personas cerca del túnel. Le informan de que una locomotora ha arrollado al guardavías, a pesar de que el maquinista le avisó agitando el brazo derecho y gritándole: «¡Eh, oiga! ¡Ahí abajo! ¡Cuidado!».

Cortesía de Monita 


El misterioso Club Bilderberg

Cuando se habla del nuevo orden mundial se tiende a pensar en conspiraciones y teorías fantasiosas. Son muchos los que rechazan la idea de que exista un plan secreto para establecer un gobierno único que controle el Mundo entero, y de la misma forma, muchos otros están convencidos de que el nuevo orden mundial es una realidad que se está evidenciando cada vez más.

Sin entrar en teorías conspirativas, en este artículo vamos a centrarnos en algo que sí que es real y evidente: la existencia del Club Bilderberg, un club que reúne a las personas más importantes del Mundo. No se puede poner en duda su existencia, aunque sí que podamos discutir el grado de influencia real que tiene en el ámbito internacional.

Algo de historia para empezar

Durante los días 29 y 30 de mayo de 1954, muchos de los hombres más poderosos del mundo se reunieron por primera vez, bajo el patrocinio de la familia real de Holanda y la familia Rockefeller, en el lujoso Hotel Bilderberg, en la pequeña población de Ooesterbeel. La primera reunión, propuesta por el consejero político polaco Joseph Retinger, se centró en la preocupación por el antiamericanismo que estaba causando el Plan Marshall en Europa. Se decidió reunir a los líderes europeos para promover el entendimiento entre ellos. La idea era que los invitados fueran dos de cada país: uno conservador y otro progresista.

El éxito del primer encuentro animó a los organizadores a preparar una conferencia anual. Decidieron reunirse todos los años con el fin de intercambiar ideas y analizar la evolución internacional. Se bautizaron a sí mismos como Club Bilderberg y, desde entonces, año tras año se reúnen durante un fin de semana en algún hotel del mundo para decidir el futuro de la humanidad. En la primera reunión en 1954 se creó un comité de dirección y Retinger fue designado secretario permanente. El comité de dirección, además de organizar la conferencia, mantenía un registro de los nombres de los asistentes y detalles de contacto, con el objetivo de crear una red informal de individuos que se podrían invitar unos a otros en privado.

El propósito declarado del Grupo Bilderberg era hacer un nudo alrededor de una línea política común entre Estados Unidos y Europa en oposición a Rusia y al comunismo. El economista holandés Ernst van der Beugel sustituyó a Retinger en el puesto en 1960, tras la muerte de éste. El Príncipe Bernardo fue presidente de la reunión hasta su muerte, en 2004.

El Club Bilderberg no es una sociedad secreta. Tampo se trata de una nueva teoría conspirativa sobre el dominio del mundo. El Club Bilderberg es algo totalmente real y tangible. Existe como institución oficial y se han publicado algunos artículos sobre él. Sin embargo, en más de cincuenta años de reuniones en las que el poder y el dinero se han concentrado en un mismo momento y en un solo lugar, jamás se ha filtrado ninguna clase de información sobre lo que se debate en las conferencias del Club Bilderberg.

La prensa nunca ha podido entrar a las deliberaciones, ni se ha emitido ningún comunicado sobre las conclusiones a las que han llegado los asistentes. Directivos del propio Club han afirmado que esa discreción es necesaria para que quienes participan en los debates puedan hablar con libertad sin ver reflejadas sus declaraciones en los periódicos. Esa discreción, sin duda, permite que el Club Bilderberg delibere con mayor libertad. Pero eso no nos despeja las dudas sobre la pregunta fundamental: ¿sobre qué hablando los hombres más poderosos del mundo en esas reuniones?

¿Quiénes forman el Club Bilderberg?

En la actualidad el Club Bilderberg está formado por 120-140 miembros, que acuden en representación de algunas de las compañías y empresas más importantes del mundo, además de representantes de los gobiernos de los países de Occidente, familias reales, lobbys inluyentes, grupos de telecomunicación… etc. En definitiva, cualquier empresa, país, institución o persona que tenga poder a nivel internacional, está representado en estas reuniones. En el siguiente gráfico se especifica quiénes acuden en nombre de qué entidades:


¿Un gobierno en la sombra?

La idea de un gobierno mundial controlado por una pequeña élite financiera y económica es cada vez más aceptada por la sociedad. Con la última crisis económica se ha puesto en evidencia que no son los gobiernos los que controlan los países, sino organismos de rango superior a los propios ministros y presidentes. Las decisiones que se toman en cualquier país parecen estar continuamente influenciadas (directa o indirectamente) por entidades como el Banco Mundial, el Fondo Monetario Internacional (FMI), la Organización Mundial del Comercio (OMC)… etc. Entidades cuyos líderes no han sido elegidos por la ciudadanía, y por lo tanto están tomando decisiones decisivas sin legitimidad democrática.

De todas formas parece incluso lógico que el pueblo no tenga opción de votar a los dirigentes de estas organizaciones internacionales, ya que en un principio el ciudadano no entiende ni tiene los conocimientos oportunos para determinar qué persona es mejor para ocupar un cargo que él mismo desconoce. El desconocimiento de la sociedad ante estas instituciones (BM, FMI, OMC, OTAN, ONU…) impide que se pueda reclamar más democracia o más participación del pueblo. Aun así, está claro que hay personas que toman las decisiones por nosotros. Cada cierto tiempo se vota en elecciones para elegir al gobierno de un país, sin tener en cuenta que los gobiernos apenas pueden decidir en las decisiones más importantes. En cierta manera estas instituciones rigen los destinos de todas las naciones del planeta, por encima de su soberanía nacional y sus democracias.

Esta idea de un gobierno económico-financiero por encima de los gobiernos políticos de cada país se está asentando como cierta entre la sociedad, que ve cómo gobiernos democráticos están comenzando a ser sustituidos por otros tecnócratas. Los casos más recientes y sonados han sido los de  Grecia e Italia, donde el Banco Central Europeo ha colocado a su propia gente en el gobierno de estos países.

Esta realidad ya se podía contemplar en la década de 1990, tal y como recordó Julio Anguita en el programa de TVE 59 segundos (el día 20/05/2010), cuando el entonces presidente del Deutsche Bundesbank, Hans Tietmeyer, les dijo a los dirigentes europeos “ustedes señores políticos tienen que acostumbrarse a obedecer los dictados de los mercados” (ver Julio Anguita en 59 segundos). De forma que las grandes multinacionales y los empresarios y banqueros más importantes del Viejo Continente estaban por encima de los políticos, y éstos no podían hacer otra cosa más que obedecer y acatar las directrices de “los mercados”. Pero, ¿quiénes son ‘los mercados’?


La teoría conspirativa del nuevo orden mundial asegura que por encima incluso del Banco Mundial, del FMI o de la ONU hay otro escalón de personalidades que controlan estas instituciones internacionales. Es en este escalón donde encontraríamos a los que controlan ‘los mercados’, a aquellas personas que son capaces de decirles a los políticos qué es lo que tienen que hacer y cómo tienen que hacerlo. En este escalón, el más alto en la pirámide del poder, se encuentra el Club Bilderberg.

La mayoría de personalidades que conforman este club representan a entidades privadas, así que tal y como dice el analista político Adrian Salbuchi “el poder está privatizado” (ver entrevista a Adrian Salbuchi).

Lo que está claro es que las reuniones anuales del Club Bilderberg despiertan una gran expectación. La prensa y los detractores de este club se agrupan intentando comunicarse con los asistentes, pero sin conseguir nunca atención. No se permite la entrada a la prensa en las reuniones y las manifestaciones que suelen realizarse en contra del Club Bilderberg suelen pasar desapercibidas. En este extracto del telediario de Antena 3 se puede ver la noticia de la reunión del Club Bilderberg en Sitges en 2010. En la noticia se etiqueta como ‘antisistema’ a los que se manifestaban en contra del club, un término despectivo para mucha gente. En realidad son los miembros del propio Club Bilderberg los antisistema, pues gobiernan de manera antidemocrática.

Las teorías conspirativas se alimentan con el secretismo que rodea al Club Bilderberg. Ninguno de los asistentes puede decir nada sobre las reuniones, tal y como muestra este video: Expresidente del Banco Mundial: “No quiero hablar sobre el Club Bilderberg”.


Cortesía de Monita 


Sorprendentes casos de gente sombra y ensotanados

Recuperamos el testimonio de diferentes testigos de extraños encuentros en carretera

sorprendentes casos gente sombra ensotanados

David contaba con 22 años de edad. Esa mañana se había levantado bien temprano para recorrer en su bicicleta los treinta kilómetros que separaban su domicilio en Azúmara de Mondoñedo, donde se celebraban las fiestas patronales. Después de divertirse, a eso de las once de la noche, emprendió el regreso a casa.

Las figuras se giraron muy despacio, sin tocar el suelo, como si flotaran

 

Media hora después, cuando rodaba cerca de la aldea de Barral, observó a dos personas que estaban en el borde del camino. David pensó que podían ser guardias civiles, pero al acercarse a unos cinco metros de ellos, se dio cuenta de que eran enormes. Según el protagonista: "Medían alrededor de dos metros. Estaban muy juntos, como pegados por los hombros, y llevaban puestas unas capas de color rojo que brillaban en la oscuridad. Sus cabezas estaban cubiertas por unas capuchas". David pasó a su lado, "tan cerca, que si alargo la mano, los toco", nos decía. En ese instante pudo verles las caras, "que eran totalmente blanquecinas, como si fueran mujeres muy viejas". A pesar del miedo, no quiso parecer descortés y los saludó con un "¡buenas noches!". Las figuras no contestaron, pero "se giraron a la vez, muy despacio, sin tocar el suelo, como si flotaran, y se quedaron dando la espalda al camino".

Marcelino Requejo publicó este suceso en su último libro, titulado Más allá de lo sobrenatural (Cydonia, 2018). En la misma obra da cuenta de otro caso espectacular de aparición de un ser ensotanado. Marcelino tuvo la oportunidad de entrevistar a dos de los cuatro jóvenes que vivieron una terrorífica experiencia en la madrugada del domingo 10 de marzo de 2001. Circulaban por la carretera AC-100, que une las localidades coruñesas de Porto do Barqueiro y Vila de Bares, cuando de repente del arcén salió "un tipo altísimo, de más de dos metros, vestido como los monjes, con hábito negro y la cabeza tapada con una capucha –relataba uno de los testigos a Requejo–. Frené en el acto, y quedamos parados a unos diez metros de ese ser. Él no se detuvo y empezó a cruzar la carretera. Pero no caminaba, se deslizaba como flotando, despacio, muy despacio. Llevaba la mano derecha extendida hacia delante, sujetando algo parecido a un candil que colgaba de una cadena corta; pero no era un candil, sino una luz blanca redonda, como una bombilla".

Justo cuando alcanzó el centro de la carretera, se detuvo y giró la cabeza mirando hacia el coche, mostrando su rostro a los horrorizados muchachos. «Nos llevamos un susto de muerte. Su cara era blanca como la nieve, parecía una calavera alargada. Y en lugar de ojos tenía dos círculos muy brillantes de color rojo». El ensotanado cruzó la calzada levitando, y al llegar al arcén izquierdo comenzó a volar, desplazándose por encima de los árboles, hasta que se perdió en la lejanía en pleno monte.

Su rostro era esquelético y completamente blanco

"ATROPELLÉ AL ENSOTANADO"

Unos años después, en julio de 2012, Marisol Sánchez atropelló en Saucedilla (Cáceres) a un ensotanado similar al descrito por los jóvenes del caso anteriormente relatado. La mujer golpeó con su coche a alguien que había aparecido de la nada. "¡Dios mío, lo he matado, lo he matado!, gritó. Cuando iba a descender del vehículo, se incorporó un ser ataviado con una sotana que la miró fijamente. Según Marisol, su rostro era esquelético y completamente blanco, y los ojos redondos y rojos. Mientras la mujer vociferaba fruto del pánico, la figura comenzó a alejarse del coche, momento en el que nuestra protagonista se percató de que no andaba, sino que se desplazaba levitando, como si avanzara subido en un patinete.

Miguel Pedrero es director adjunto de la revista Año/Cero y miembro del equipo de los programas radiofónicos La Rosa de los Vientos y El Colegio Invisible (ambos en Onda Cero). Es autor de una quincena de libros, el último de ellos titulado La verdad prohibida (Ediciones Cydonia).

Cortesía de Monita 

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