La NASA comenzó las pruebas de los prototipos de taxis aéreos

Fotografía cedida por Joby Aviation donde se muestra el avión eléctrico de despegue y aterrizaje vertical (eVTOL) en la base de vuelo eléctrico de la compañía ubicada cerca de Big Sur, California (Foto: EFE)

Los ensayos con el Avión Eléctrico de Despegue y Aterrizaje Vertical (eVTOL) comenzaron el lunes pasado cerca de Big Sur, California, y se prolongarán hasta el 10 de septiembre
1 de Septiembre de 2021

La agencia espacial NASA comenzó las pruebas de un Avión Eléctrico de Despegue y Aterrizaje Vertical (eVTOL, en inglés) que servirá de taxi aéreo para descongestionar vías y brindar un servicio más rápido a los usuarios.

La NASA anunció que las pruebas con el eVTOL, de la empresa de aviación Joby, comenzaron el lunes pasado cerca de Big Sur (California) y se prolongarán hasta el 10 de septiembre.

En el futuro, estos aviones podrían servir como taxis aéreos para quienes se encuentran en ciudades y áreas circundantes en todo el país, agregando otro modo de transporte para mover personas y mercancías, detalló este martes la NASA en un comunicado.

Además de taxis aéreos, este sistema podría incluir aviones como drones de entrega de paquetes y vehículos de transporte médico.

La agencia recopilará información sobre cómo se mueve el vehículo, cómo suena y cómo se comunica con los controladores.

Se trata de la primera vez que la NASA prueba un avión eVTOL como parte de la Campaña Nacional de Movilidad Aérea Avanzada (AAM, en inglés) de esa agencia federal.

Un modelo EVTOL (Foto: EVE)

El objetivo es recoger datos acústicos y de rendimiento del vehículo y es además un paso para en 2022 realizar pruebas de vuelo más complejas con otros vehículos de la industria.

Esta prueba ayudará a identificar brechas en las regulaciones y políticas actuales de la Administración Federal de Aviación de EEUU (FAA, en inglés) para ayudar a incorporar este tipo de aeronaves al Sistema Nacional del Espacio Aéreo.

La campaña de eventos para promover la movilidad del espacio aéreo en el país se llevará a cabo en múltiples ubicaciones durante varios años.

La prueba es “un paso estratégico importante en los objetivos de la NASA para acelerar el cronograma de la industria AAM”, dijo Davis Hackenberg, gerente de integración de esa misión de la NASA. “Estos escenarios de prueba ayudarán a informar las brechas en los estándares actuales para beneficiar el progreso de la industria en la integración de vehículos AAM en el espacio aéreo”, agregó.

Esta campaña “es fundamental para impulsar la comprensión científica y la aceptación pública de los aviones eVTOL”, dijo por su parte JoeBen Bevirt, fundador y director ejecutivo de Joby Aviation.

El equipo también probará los procesos de aeronavegabilidad y seguridad de vuelo de la NASA para aprobar a los participantes que viajen como parte de la campaña.

La Campaña Nacional AAM es administrada por el proyecto de Movilidad Aérea Avanzada de la NASA, que planea ser un catalizador comunitario para desarrollar y validar soluciones de transporte.

Cortesía de Monita 

Julio César y Cleopatra



El romance del general romano Julio César con la reina egipcia Cleopatra VII es, sin duda alguna, uno de los más famosos no solo de la Antigüedad, sino de toda la historia. No en vano, en aquella época él era el hombre más relevante de la antigua Roma y ella era la mujer más poderosa del antiguo Egipto, por lo que su relación no dejó indiferente a nadie. Así se ha reflejado a lo largo de los siglos en multitud de libros, películas, obras de teatro, óperas, ballets y hasta disfraces de carnaval y halloween. Por todo ello, en este artículo vamos a ver un breve resumen de la historia real de la relación de César y Cleopatra para distinguir lo real e histórico de lo legendario y hollywoodiense.

Los actores Elizabeth Taylor y Rex Harrison interpretando a Cleopatra y Julio César en la película «Cleopatra» de 1963 (Fuente: IMDb)

El inicio de la relación de Julio César y Cleopatra
Cuando Julio César y Cleopatra se conocieron, en el 48 a.C., él tenía 52 años y ella solo 20. A  pesar de su juventud, la reina sobresalía ya por su gran inteligencia, astucia, sofisticación y formación de tradición griega. Era políglota, se interesaba por los cultos de Egipto y se le atribuye la autoría de obras de un amplio abanico de temas, desde la cosmética y la peluquería hasta temas científicos y filosóficos. Cabe destacar además que es probable que ella ya hubiera estado en Roma durante su infancia, acompañando a su padre, el rey Ptolomeo XII, en uno de sus viajes de exilio. Sin embargo, no habría conocido a César en aquel entonces, pues este se encontraba en la Galia. Por su parte, no tenemos ninguna prueba que afirme que el propio César hubiera estado alguna vez en Egipto antes del 48 a.C.

El inicio de su relación se produjo en el contexto de una doble guerra civil: la romana entre Julio César y Pompeyo Magno y la egipcia entre Cleopatra VII y su hermano Ptolomeo XIII. Por eso, una de las primeras acciones del general romano cuando se instaló en Alejandría fue convocar ante su presencia a los dos hermanos para invitarles a compartir pacíficamente el trono según los deseos de su padre.

Cleopatra probando venenos con condenados a muerte, obra hecha por Alexandre Cabanel en el siglo XIX

A la hora de conseguir el apoyo del líder romano, Ptolomeo XIII partía teóricamente de una situación más favorable, al ser el artífice de la muerte de Pompeyo y contar con el apoyo de la ciudad de Alejandría. No obstante, la estratega Cleopatra supo cómo voltear la situación a su favor. Al recibir la convocatoria en su exilio en la franja siropalestina, abandonó a sus tropas y partió rápidamente y en secreto hacia Alejandría. Primero, un sirviente la llevó en un pequeño barco de remos, y una vez en la ciudad, la escondió en una bolsa de lavandería para introducirla al anochecer en el palacio donde se alojaba César. Ya en sus habitaciones privadas, el líder romano habría quedado complacido con la sorpresa surgida de la bolsa.

De esta manera, cuando Ptolomeo XIII llegó a la residencia real para su entrevista con el popular, éste ya había sido convencido por la joven para que apoyara su causa. Así, mientras que el testamento de Ptolomeo XII volvía a ser respetado y se reinstauraba un reinado conjunto de ambos hermanos en Egipto, César y Cleopatra ya eran amantes.

César y la reina de Egipto, obra de Giovanni Battista Tiepolo hecha en el siglo XVIII (Fuente: National Geographic Historia)

Tras el final de la guerra de Alejandría, Julio César se quedó casi tres meses más en Egipto con el objetivo de estabilizar la región. Durante ese tiempo, Cleopatra y él hicieron un crucero por el río Nilo en una lujosa barcaza real a la que acompañaban, según algunos autores, hasta 400 barcos. Es posible que su objetivo fuera desfilar por todo el país presumiendo de su victoria y alardeando de lo bien que se llevaban sus países, pero no se puede negar que también había un componente romántico.

César llevaba más de una década de campaña en campaña, y desde que había cruzado el Rubicón no había podido disfrutar de ningún periodo de descanso. Visto así, parecería lógico pensar que hasta al hombre más poderosa de Roma le había tentado la posibilidad de pasar un tiempo de reposo disfrutando de la compañía de la joven, enérgica e ingeniosa Cleopatra.

Si dejamos al margen interpretaciones románticas más propias de Hollywood, lo cierto es que no tenemos motivos de peso para pensar que no estuvieran auténticamente enamorados. Para César eso no significaba que sintiera una obligación de ser fiel a la egipcia ya que, para empezar, en ese momento estaba casado con su tercera esposa, Calpurnia. Por su parte, Cleopatra podría haberse enamorado del romano, a pesar de su gran diferencia de edad, por su espectacular carisma, encanto personal y forma de ejercer el poder.

Cleopatra y César, obra de Jean Leon Gerome hecha en el siglo XIX

César y Cleopatra en Roma
En otoño del 46 a.C., Cleopatra, su familia y parte de la corte egipcia se trasladaron a vivir a Roma, a una de las villas que César poseía en la orilla exterior del río Tíber. Allí se quedarían más de un año, hasta el asesinato de Julio César en marzo del 44 a.C. No se conoce el motivo de la visita, pero lo más probable es que, simplemente, quisieran pasar más tiempo juntos. Una prueba del afecto que sentía el líder popular por la reina egipcia es que, en el templo de Venus Genetrix, en pleno centro del Foro romano de César, ordenó que se esculpiera una estatua de oro de Cleopatra para ubicarla junto a la de la diosa.

A lo largo de su estancia en la metrópolis, Cleopatra nunca dejó de ser el epicentro de las habladurías de la gente. La mayoría la criticaba, ya que César seguía casado con la honorable Calpurnia, pero también había quien acudía a visitarla con regalos, quizás pensando que podrían obtener favores de César adulando a su amante. Incluso el famoso orador Marco Tulio Cicerón fue a verla, aunque en sus escritos se quejó de lo arrogante y odiosa que era.

Cesarión, el hijo de Julio César y Cleopatra
A finales del 46 a.C. nació Cesarión, el hijo de César y Cleopatra. Al ser hijo del romano más poderoso y de una reina egipcia, el niño parecía estar destinado a grandes hazañas. Además, era el único hijo biológico que había tenido César, por lo que era previsible que fuera su heredero. Sin embargo, cualquier proyecto de vida que pudiera tener se frustró cuando su padre fue asesinado. Como fruto de una reina oriental detestada, jamás habría sido aceptado en la aristocracia romana, y menos aun como sustituto de su padre.

Bajorrelieve del templo de Dendera en el que se representa a Cleopatra VII y su hijo Ptolomeo XV Cesarión

Más allá de esto, hay otro factor importante que sentenció el destino de Cesarión. En su testamento, Julio César no solo no lo nombró heredero, sino que ni siquiera lo reconoció como hijo legítimo. En medio de todo el desconcierto, y comprendiendo que sus vidas corrían peligro, Cleopatra abandonó rápidamente la ciudad para volver a Egipto. Ya en Alejandría, la reina supuestamente se encargó de matar a su hermano y corregente, Ptolomeo XIV, para poner en el trono a su hijo con el nombre de Ptolomeo XV. Finalmente, en el año 30 a.C., tras la conquista romana de Egipto y el suicidio de su madre, un adolescente Cesarión fue atrapado y ejecutado.

Cortesía de Fiesta 



Así es el Tesla Bot: el primer robot humanoide de Elon Musk diseñado para realizar tareas "aburridas" por ti

Elon Musk asegura que el primer prototipo del robot estará listo para el año que viene

Tesla presenta su robot humanoide. / Tesla

El campo de la robótica está evolucionando a una velocidad de infarto. Claro ejemplo de ello es el robot Atlas de Boston Dynamics, quien han pasado de no ser capaz ni de sostenerse en 2013 a tener una mayor agilidad que prácticamente cualquier humano tan solo ocho años más tarde. Y como él, cada vez son más los robots que podrían ayudarnos a llevar a cabo aquellas tareas más tediosas y repetitivas.

Entre todos estos robots que están dispuestos a hacer que nuestra vida mucho más sencilla nos encontramos al Tesla Bot, el último proyecto de la firma liderada por Elon Musk. En un evento relacionado con el campo de la Inteligencia Artificial, la compañía estadounidense ha revelado que está trabajando en el desarrollo de un robot humanoide que está siendo diseñado para llevar a cabo todo tipo de tareas "inseguras, repetitivas o aburridas".

Así es el robot humanoide de Tesla
Durante la presentación del robot, Elon Musk ha explicado que el robot medirá 1,76 metros y pesará 56 kilogramos. Además contará con más de 40 actuadores electromecánicos, los cuales funcionan como una especie de articulaciones que le ayudarán a completar sus movimientos de una forma mucho más natural. Unas condiciones que le permitirán, entre otras cosas, llevar consigo cargas de hasta 20 kilogramos que podrá desplazar a una velocidad máxima de 8 kilómetros por hora.



Pero no solo eso. El robot humanoide de Tesla tendrá un cerebro que será bastante similar al que viene equipado en los coches eléctricos de la compañía. Un sistema de conducción asistida que se apoya en las redes neuronales para identificar todos aquellos objetos que le rodean para poder así esquivarlos de la forma más natural. También un sinfín de cámaras y sensores mediante los que podrá moverse de una manera autónoma sin que ningún humano esté pendiente de él.

Elon Musk promete un prototipo del robot para el año que viene
Mientras tanto, en su rostro habrá un panel de información en el que podremos consultar el estado del robot en tiempo real. En definitiva, un entramado complejo mediante el que Tesla aspira a que los robots se encarguen de las tareas más tediosas. Un anuncio que, una vez más, vuelve a abrir el debate sobre si los robots acabarán con el trabajo tal y como lo conocemos y sobre nuevos escenarios que se puedan producir a nivel laboral.

Sin embargo, todavía tendremos que esperar para verlo en funcionamiento. Durante la presentación del robot, el director ejecutivo de Tesla ha asegurado que tendrán listo el primer prototipo de su robot humanoide de cara al año que viene. Por lo tanto, el equipo de Elon Mask se mete de lleno en el campo de la robótica con el objetivo de presentar cuando antes a un robot humanoide que pueda encargarse de las tareas más complejas y aburridas.

Cortesía de Monita 


Descubren un espeluznante rostro en un hielo de la Antártida

El hallazgo estuvo a cargo de un usuario que, con la aplicación Google Earth, buscaba información sobre antiguas civilizaciones. 

El joven buscaba información de la Antártida con Google Earth y se llevó una sorpresa.

Un hombre encontró un rostro en la Antártida con la aplicación de Google Earth y su descubrimiento sorprendió a los usuarios de las redes sociales. Si bien muchos creen que se trata solo de una forma casual de una montaña, otros sostienen que podría ser algo más que eso.  

El hallazgo se parece ser a una cara, con una frente amplia, ojos rasgados, y boca y nariz pequeñas en relación al resto de la estructura, y se encuentra sobre una montaña de hielo. Si bien el video fue compartido en Instagram en la cuenta del usuario @ufo_escandinavia en agosto de 2019, ahora volvió a cobrar relevancia y muchos comenzaron a tejer hipótesis acerca su origen.

En la descripción de la filmación se detalló: "Cara alienígena gris capturada en el mapa de Google Earth en la Antártida". Asimismo invitó a todos aquellos que quieran verla a que vayan a un video de Youtube que dura más de 10 minutos y explica cómo lo encontró, según consignó el medio británico Daily Star.



Algunos expertos comentaron que podría tratarse de los restos de una civilización antigua, es decir una estructura hecha por el hombre. Sin embargo algunos escépticos sostienen que se trata de una forma natural de la montaña.

Con la idea de encontrar pruebas de civilizaciones antiguas enterradas bajo la nieve de la Antártida, son muchos los aficionados que a diario recorren el continente blanco mediante las imágenes satelitales de Google Earth y buscan anomalías en el paisaje helado. Y este, es uno de esos casos, aunque no el único conocido.

La imagen del rostro, en detalle. Foto: captura de video

En una ocasión se encontró una enorme estatua que tiene la forma de una cara, en otra un sitio donde presuntamente chocó un ovni , y en una tercera, la supuesta entrada a una base subterránea. 

Para muchos surge el interrogante de qué hay debajo del hielo de la Antártida. Un proyecto de la NASA permite observar al gran continente helado sin la capa blanca a la que estamos acostumbrados y allí se observan rocas que se extienden kilómetros mar adentro. 

Los científicos explicaron que desde 1992, el lugar perdió casi tres billones de toneladas de hielo y podría ser que el deshielo de a poco comience a sacar a la luz lo que esconde.

Cortesía de Monita 


El mito de la Atlántida



Según Platón, la Atlántida fue una isla-continente riquísima que existió en tiempos remotos, sin embargo las leyes geológicas e históricas lo desmienten.

No hay año en el que no se monte una expedición en busca de la Atlántida, la isla continente que, según Platón (429-347 a.C.), se hundió en el océano después de que sus habitantes intentaran conquistar el Mediterráneo hace 11.000 años y fueran derrotados por los atenienses. Desde que el filósofo griego la citara en sus diálogos Timeo y Critias, se han publicado miles de libros que la localizan en mitad del Atlántico, en Canarias, en la Antártida, en Los Andes… y la han poblado de extraterrestres, mayas, tibetanos, vascos… Pero ¿tiene sentido buscar esa isla más grande que Asia Menor y el Norte de África juntos?

La existencia de la Atlántida choca con insalvables problemas geológicos e históricos. En un rompecabezas de 100 piezas no puede encajar una más. Sin embargo, eso es lo que intentan hacer los atlantólogos desde que Ignatius Donnelly, el primero de ellos, sentó a finales del siglo XIX las bases de la creencia en ese continente. Donnelly sostenía que en la Atlántida, situada en medio del Atlántico, nació la civilización y que, cuando se hundió, los supervivientes transmitieron sus avanzados conocimientos a otras culturas.

La corteza de nuestro planeta es, sin embargo, una especie de rompecabezas cuyas piezas, las placas tectónicas, se mueven unos milímetros al año: crecen, se sumergen una debajo de otra, chocan. Los continentes se desplazan y Europa se aleja de América; pero las tierras emergidas son las mismas que han existido siempre. No hay ningún hueco en el que meter en un pasado remoto a la Atlántida. Además, hace 11.000 años no había ciudades: Atenas, a cuyos habitantes atribuye el filósofo la derrota de los atlantes, no existía; sólo había grupos de cazadores-recolectores.


Moralejas
Los historiadores lo consideran un invento de Platón para componer un relato con fines moralizantes. No en vano los malvados atlantes son castigados por Zeus mientras que los atenienses se convierten en salvadores de la Humanidad. Es posible, no obstante, que Platón insertara en la historia elementos de la vida real, como que la estructura anillada de la Atlántida sea un reflejo de asentamientos tartésicos; que su hundimiento sea una réplica del de Helike, la ciudad del Peloponeso que se hundió en una laguna después de un terremoto en tiempos del filósofo, o como la erupción volcánica que semihundió a la isla de Tera, ahora Santorini; y que el conflicto sea una reedición de la Primera Guerra Médica, en la que los atenienses rechazaron a los persas en la batalla de Maratón como en la obra de Platón hacen con los atlantes.
Cortesía de Monita 

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