El Científico que Desapareció en México por sus Investigaciones.

Científico, chamán o charlatán?

Un documental presentado en Málaga investiga la figura del psicólogo mexicano especializado en fenómenos paranormales Jacobo Grinberg, tras cuya desaparición en 1994 podría estar la CIA

Cartel de 'El secreto del doctor Grinberg'./
Cartel de 'El secreto del doctor Grinberg'.
OSKAR BELATEGUIJacobo Grinberg desapareció el 8 de diciembre de 1994 sin dejar rastro. Tenía 47 años y había escrito medio centenar de libros que le habían valido el sobrenombre de 'Einstein de la conciencia'. Neurofisiólogo y doctor en psicología, Grinberg estudió el chamanismo, la telepatía, la visión extraocular y la meditación. El fundador del Instituto Nacional para el Estudio de la Conciencia se adentró en el mundo esotérico con las armas de la ciencia. «Para los científicos resultaba demasiado chamán y para los chamanes demasiado científico», concluye el director Ida Cuéllar (Barcelona, 1977), que presenta en el Festival de Málaga un fascinante documental sobre una figura pasto de la revista 'Más allá' y 'Cuarto Milenio

'El secreto del doctor Grinberg' arranca con una cita de la 'Odisea' de Homero y con imágenes de galaxias inundadas de música épica, como si estuviéramos en una película de Chistopher Nolan. La voz hipnótica del psicólogo mexicano nos guía por una vida marcada por la muerte de la madre cuando él tenía 13 años a causa de un tumor cerebral después de cuidarla durante tres años. Desde entonces se obsesionó por estudiar el cerebro y por encontrar a su madre en todas sus compañeras. Su primer contacto con el mundo esotérico se produjo en los 60, cuando experimentó con la ouija en un kibutz israelí. En los 70 realiza el doctorado en Nueva York, prueba el LSD y se sumerge en el ambiente contracultural. En su apasionante existencia se cruzaron eminencias científicas, el controvertido antropólogo Carlos Castaneda, médiums y chamanes como Bárbara Guerrero, alias Pachita, una curandera que gozaba de la protección del entonces presidente José López Portillo.

Ida Cuéllar escuchó hablar por primera vez de Grinberg hace diez años en un pueblito mexicano. «Decían que era un científico al que había secuestrado la NASA. Justo el día anterior había comprado un libro de poemas sin saber que era suyo», recuerda el realizador. «En 2011 empecé a rodar y a encontrarme con familiares como su hija Estusha, que es una cantante muy conocida». El empujón final llegó con la desclasificación de documentos de la CIA en 2017. El nombre de Grinberg aparece dentro del programa Stargate, que aborda cuestiones como la percepción extrasensorial. El protagonista del filme prefería hablar de 'potencial transferido'. En sus experimentos, encerraba a dos personas en jaulas estancas de faraday: el electroencefalograma demostraba que los flashes que recibía uno eran percibidos en el cerebro del otro. Es decir, el mexicano desafiaba la teoría de la relatividad, por la que nada puede ir más rápido que la velocidad de la luz.

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Una imagen del documental, Jacobo Grinberg en una de sus investigaciones y póster del filme.

«Grinberg investigó de manera rigurosa temas que no están aceptados por la ciencia ortodoxa, algunos de los cuales podrían haberle reportado el Nobel», asegura Ida Cuéllar. «Tuvo experiencias muy fuertes en su vida e intentó demostrarlas con la ciencia. Yo creo que el auténtico científico es el que va más allá de la ciencia». ¿Científico, chamán o charlatán? 'El secreto del doctor Grinberg' incluye la participación de su protagonista en un programa de Fernando Sánchez Dragó, imágenes de Jiménez del Oso y recortes del 'Más allá'. Los episodios biográficos inexplicables abarcan desde una última mujer que fue durante mucho tiempo sospechosa de su asesinato a la desaparición en su casa de los discos duros y el material de trabajo. Un periodista de 'Los Angeles Times' dedicó sus esfuerzos a desentrañar la desaparición del carismático Grinberg, que podía escribir un libro del tirón en una sola noche. No descubrió nada.

Ida Cuéllar ha entrevistado a Clemente Padilla, el comandante de la Policía mexicana al que el Gobierno encomendó investigar la desaparición de Grinberg. Este otorgó credibilidad a los testimonios que aseguraban haber visto al psicólogo en Boulder (Colorado) en compañía de dos agente de la CIA. Padilla, con un historial intachable de casos resueltos, fue apartado de la investigación y posteriormente cesado. Todavía vive obsesionado por su único caso sin cerrar. «El héroe de una novela tiene una vida y muerte. Yo prefiero pensar que Jacobo Grinberg tuvo muchas vidas. Nunca sabremos qué pasó», concluye Ida Cuéllar.

Cortesía de Cleopatra.


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