Torturas y experimentos macabros que resultaron útiles


El ser humano, a lo largo de la historia, ha buscado escusas para generar guerras que siempre han terminado en exterminio de algunos pueblos, o en catástrofes nucleares que han generado muerte, malformaciones, terribles enfermedades y que hasta el día de hoy todavía se ven presentes como es el caso de Hiroshima y Nagasaki.

Parece ser que la guerra también permite el libertinaje a selectos grupos de científicos, para desarrollar experimentos en su propia raza, los seres humanos.  Muchos de los descubrimientos que hoy en día existen, fueron gracias a terribles actos de barbarie que realizaron estos científicos sobre hombres, mujeres y niños sometidos por la guerra y el terror.

Uno de los terribles experimentos que podemos nombrar, se hizo entre la primera y segunda guerra mundial, donde los nazis enceraban a grupos de rehenes, en cuartos de colores por largos periodos de tiempo, descubriendo así, que los colores generan sentimientos o estados en las personas a través del subconsciente.

Por ejemplo en el cuarto que era de color rojo observaron que dicho color generaba la ansiedad y el hambre, a tal punto que los rehenes que se encontraban dentro del cuarto comenzaron después de cierto tiempo de exposición, a comerse entre ellos. En la actualidad grandes empresas de comida han usado este color en sus establecimientos y hasta en sus logos. Sería interesante que miraras algunos logos por internet y lo confirmaras.

Otro de los más conocidos experimentos fue el uso de varias sustancias químicas en muchos rehenes, quienes después eran sometidos a varias pruebas para identificar las reacciones mentales y físicas. Muchas de esas substancias hoy en día son usadas en la medicina para aliviar los dolores o hasta evitar los síntomas de varias enfermedades.


Pero otras son usadas en secreto en los alimentos, el agua y hasta en el tabaco para controlar la población mundial, hacerla más débil y hasta para enfermarla. Sería bueno reflexionar la frase que seguramente alguna vez has escuchado que dice: la industria farmacéutica es un negocio.

Cortesía de Monita


NOTAS ANTERIORES