Murder Inc, la brutal banda de sicarios al servicio de las mafias de Nueva York en los años 30

 

George "Withey" Rudnick era un hombre apuesto, con piel bronceada y pelo perfectamente cuidado.

Al menos así lucía hasta que en mayo de 1937 encontraron su cuerpo empapado en sangre en el asiento trasero de un automóvil robado en Brooklyn, Nueva York.

Rudnick, que era prestamista, sufrió un final espeluznante, apuñalado no menos de 63 veces con un picador de hielo. Y para asegurarse de que estaba muerto, sus asaltantes insertaron una cuchilla de carnicero en su cráneo.

El salvaje asesinato de Rudnick no fue algo fuera de lo común. Era la última víctima de los Murder Inc, una banda de sicarios a la que se le atribuyen cientos de asesinatos en Nueva York durante los años 30.

En aquellos años, el crimen organizado tenía el control de la ciudad. Los jefes de la mafia contrataban a estos asesinos para eliminar a cualquiera que pudiera socavar sus imperios, ya fuese un doble traficante, informante policial o un mafioso rival que invadiese su territorio.


Nacimiento

Las raíces de Murder Inc se sitúan en el barrio de Brownsville, en Brooklyn, una zona conocida entonces como la "Jerusalén de Estados Unidos", por sus 300.000 residentes judíos.

Sus calles estaban a cargo de los hermanos Shapiro, liderados por Meyer Shapiro, el autodenominado "jefe de Brownsville". Sin embargo, un joven bajo y fornido llamado Abe "Kid Twist" Reles estaba a punto de cambiarlo.

pesar de trabajar como asistente para los Shapiro, Reles pronto se cansó de hacer el trabajo sucio. "¿Por qué tenemos que conformarnos con las sobras?", se quejó una vez.

Junto a su compañero Martin "Buggsy" Goldstein, Reles formó una alianza con los gánsteres italianos Harry "Happy" Maione y Frank "Dasher" Abbandando, quienes gestionaban préstamos y apuestas en el barrio adyacente de Ocean Hill.

Su objetivo era destronar a los Shapiro y apoderarse de Brownsville.

Meyer Shapiro sobrevivió 20 intentos de asesinato antes que los chicos de Reles atacaran a su hermano Irving.

Lo secuestraron en un bar clandestino de Manhattan y lo ejecutaron más tarde en un sótano en el Lower East Side. El propio Reles disparó la bala fatal.

Poco después el imperio de los Shapiro se desmoronó. Los chicos de Brownsville eran los nuevos jefes.


Sindicato Nacional del Crimen

Tras hacerse con su pedazo de Brooklyn, Reles y sus asociados ganaron reputación dentro del Sindicato Nacional del Crimen, otra asociación judeo italiana que incluía a los legendarios líderes de la mafia "Lucky" Luciano y "Bugsy" Siegel.

Luciano era una de las cabeza del sindicato, una figura con el suficiente peso dentro del submundo neoyorquino como para convencer a bandas rivales de que la cooperación era mutualmente beneficiosa para proteger sus intereses.

Hasta entonces, la comunidad criminal de la ciudad estaba enzarzada en guerras civiles. La jerarquía la decidía la ley del más fuerte o la del que mejores armas tenía.

El sindicato fue gestionado por una junta de "directores" que incluía a ocho figuras de alto nivel del crimen organizado, incluidos Luciano y el jefe judío Louis 'Lepke' Buchalter, un temible estafador de la industria de textiles.

Pero dejaron afuera del consejo a una figura importante: Dutch Schultz. Las instancias superiores de la fraternidad criminal consideraban que la personalidad de este contrabandista iba en contra del ánimo de cooperación que intentaban conseguir.

Dejar fuera de la ecuación a Schultz tuvo luego implicaciones significativas.


El crimen organizado en tiempos de Murder Inc

Durante la década en que Murder Inc estuvo activa, el crimen organizado estaba desatado en todos los distritos de Nueva York. El territorio estaba dividido entre la mafia italiano estadounidense y los grupos criminales judíos. Querían alcanzar el sueño americano, pero usando métodos ilegales.

Gracias al multiétnico Sindicato Nacional del Crimen y su apuesta por la cooperación, se consiguió una difícil paz entre las bandas criminales. Tenían el objetivo común de evadir la atención de los investigadores federales.

Las actividades de estas organizaciones incluían robos, extorsiones, préstamos, apuestas, prostitución, contrabando de alcohol y gestión de bares clandestinos.

Sus intereses estaban protegidos, en parte, por la creación de otra asociación judeo italiana: los sicarios conocidos como Murder Inc.

Línea.

Para defender los principios y objetivos del sindicato, se necesitaban ejecutores que se encargaran desde intimidar deudores hasta cometer los asesinatos más brutales.

Para este trabajo, Buchalter recomendó a Los chicos de Brooklyn, apodados luego por la prensa como Murder Inc.

No solo eran brutales e inmisericordes, sino también jóvenes y hambrientos. Y habían demostrado estar listos para el ruedo. Al fin y al cabo, habían destronado a los Shapiro y ocupado su poder.

El proceso era simple. Los gánsteres descontentos acudían ante la junta del sindicato y presentaban su inquietud sobre rivales mafiosos. Entonces, la junta se reunía, juzgaba y decidía.

Para finalizar, se comisionaba el caso a Los chicos de Brooklyn para que ejecutaran el castigo.

Marcia❤️

Línea.

NOTAS ANTERIORES