El caso de la leche CONASUPO radioactiva en México vuelve: Secretaría de Salud tendrá que dar informe sobre lo que ocurrió


La Secretaría de Salud negó la entrega de un documento sobre el caso de leche CONASUPO contaminada con radiación luego del accidente de Chernobyl. El INAI determinó que Secretaría de Salud es competente, que debe informar la disponibilidad del documento y también definirse el procedimiento para consultarle de forma física.

El caso de la leche CONASUPO contaminada comenzó en 1986, año en que fueron compradas más de 28,000 toneladas métricas de leche a Irlanda, país expuesto a radiación por el accidente nuclear. El rastro atómico terminó por encontrarse en varias muestras en México, según consta en una investigación encargada por el Congreso y cuyos resultados, publicados en 1999, están en línea

Para la investigación le fue solicitada información la CONASENUSA, a la Secretaría de Comunicaciones y Transportes, a la Procuraduría General de Justicia, a Hacienda, a SEDESOL, a la Comisión Bancaria y de Valores, Tesorería, al Puerto de Veracruz y se solicitó apoyo del IPN, UNAM, Profepa y gobernación. 

La conclusión se divide en cinco tomos con informes parciales y ahí se determina que la CONASUPO fue responsable de importar leche contaminada. También se determinó que la Comisión Nacional de Seguridad Nuclear intentó de inmediato regresar la leche contaminada. 

A la letra en el informe se lee: 

"[CONASUPO] negligentemente importó leche contaminada con Cesio radiactivo procedente de Irlanda, en 1986 (...) La Comisión Nacional de Seguridad Nuclear y Salvaguardias no pudo muestrear 12,920.63 Toneladas Métricas, de un total de 28,378 Toneladas Métricas, de leche en polvo procedente de Irlanda durante 1986, porque ya habían sido comercializadas entre los meses de septiembre de 1986 y enero de 1987. De esas toneladas no se pudieron establecer niveles de radiactividad contenidos"

Según la investigación hecha por orden del Congreso, la Secretaría de Salud informó que "no hay evidencia de enfermedades potencialmente asociadas al consumo de leche contaminada con Cesio radiactivo", pero, al mismo tiempo, que "no se desarrolló un seguimiento epidemiológico especial para atender a la población que consumió la leche contaminada con Cesio radiactivo". 

Hellow Kitty

Hello Kitty (ハローキティ HarōKiti?)[1]​ es una marca y personaje ficticio producido por la compañía japonesa Sanrio y que ha sido durante mucho tiempo la más popular de esta compañía. Fue diseñada por Yuko Shimizu y el primer producto, se lanzó en Japón en 1974 y en los Estados Unidos en 1976.[2][3]​ Tras el primer diseño realizado por Shimizu, Yuko Yamaguchi se convirtió en la diseñadora oficial de Hello Kitty y lleva más de veinte años diseñando todo tipo de productos, accesorios y complementos de Hello Kitty.
Voryesia
Cortesia de Royce 🌷🌸

Fotografias de Como cambia el Rostro despues del Embarazo



Una foto dice más que mil palabras, en 33 fotos te mostramos cómo cambia el rostro después de ser mamá.

¿Has escuchado eso de que el embarazo se ve en los ojos? Aunque aún no está 100% demostrado que esto sea verdad, lo que es un hecho es que después de ser mamá, ya nada es igual… ni el rostro. Así lo demuestra «Becoming Mother», un proyecto que recopila el antes y el después, de 33 fotos de mujeres donde se observa cómo cambia el rostro después de ser mamá.

Así cambia el rostro después de ser mamá

«Becoming Mother» es el proyecto de la fotógrafa lituana, Vaida Markeviciute especializada en hacer retratos; y que ahora dio vida a una serie de fotografías donde muestra los cambios físicos que se llegan a percibir en el rostro de 33 madres.

Por su parte, la fotógrafa explica que «siempre observa los ojos de las personas. Y que ha notado cómo cambia la mirada de la mujer cuando se convierte en madre», por lo que tuvo la idea de mostrar esto fotográficamente mediante dos retratos: uno durante el embarazo y otro después del parto.

Agregó que la «idea era ir más allá de la fotografía de embarazo tradicional y centrarse en el rostro y los ojos. Ya que cuando una mujer se convierte en madre, conecta con su parte natural, aumenta su intuición, saben cosas que nunca antes conocieron. Y los ojos de la mujer cambian, se vuelven más profundos, más sabios.


«Sin embargo, con los valores modernos de fondo, estas fortalezas despiertas se desvanecen, las mujeres se dejan llevar por la rutina, pierden la conexión con lo significativo«, explicó la fotógrafa.

El objetivo de este proyecto es capturar la transformación de hija en madre y el tremendo cambio de la calidad interior de la mujer, en tiempos en los que la maternidad (y la mujer como útero de la humanidad) se deprecia cada vez más.

El formato elegido para este proyecto que muestra cómo cambia el rostro después de ser mamá cuenta con un formato tipo pasaporte. Un retrato sobre el embarazo (izquierda), el segundo cuando la mujer se convirtió en madre (derecha).



















creditos e informa bbmundo.com

Cortesia de Yaneth Ayala Cejas de Polivoz






Mapa Real de la tierra



A Gerard Kremer —más conocido como Gerardus Mercator— le gustaban la astronomía, las matemáticas y, sobre todo, los mapas. El problema es que algo no le cuadraba en los que los cartógrafos hacían en aquel momento. En 1569 lanzó su particular sistema para representar el mundo y acabó pasando a la historia por su proyección Mercator, que hoy se usa en buena parte de los mapas del mundo que vemos.


Esa forma de representar el mundo era ingeniosa, pero no perfecta. Mercator buscaba sobre todo crear una herramienta útil para los marineros del mundo: la representación de continentes y países era fantástica para navegar el mundo, pero tenía un problema: los tamaños de esos continentes y países estaba distorsionada. Ahora hay quien quiere que la proyección Mercator desaparezca del mapa

Groenlandia no es para tanto

Hace tiempo que han aparecido mapas como el de Engaging Data en los que se puede ver el tamaño real de los países respecto a su proyección Mercator. Esa proyección provoca que muchos países parezcan mucho mayores de lo que en realidad son: Canadá, Estados Unidos y Rusia son mucho más pequeños de lo que parecen en los mapamundi tradicionales, y lo mismo pasa con los países nórdicos.

El hemisferio norte se vuelve de repente mucho más pequeño, y Groenlandia, que es ciertamente grande, no es ni mucho menos tan grande como el continente africano, que es lo que parece en los mapas que hacen uso de la proyección Mercator.


En The True Size también podemos entender mejor cuál es el tamaño real de un país sobre un mapa que usa la proyección Mercator. Una vez buscamos un país, este aparece proyectado, pero a partir de ahí podemos "arrastrarlo" a otra zona del mapa para ver cómo al hacerlo su tamaño va reduciéndose de forma notable en casos como los comentados.


Así, cogiendo el ejemplo extremo de Groenlandia y eligiendo también España, es posible ver cómo en realidad su superficie (2,166 millones de km2) es efectivamente unas cuatro veces la de España (505.944 km2).

Groenlandia a tamaño real frente a España. 


No hay mapas perfectos, pero ha habido otros intentos de que nuestra percepción del mundo cambie. Ahí es donde entra la llamada proyección de Gall-Peters, que trata de corregir esas distorsiones y mostrar así una imagen más precisa del mundo.


Esa proyección para la representación de nuestro mundo fue descrita por primera vez en 1855 por James Gall, mientras que Arno Peters hizo que dicha idea llegara a un público ma´s amplio en la década de los 1970 a través del llamado "Mapa Mundial de Peters" que usaba dicha proyección.


Dicho sistema ha intentado ir popularizándose: en 2017 los colegios públicos de Boston comenzaron a usarlos, pero también se ha usado de forma frecuente en el sistema escolar de Gran Bretaña y es el que la UNESCO (United Nations Educational and Scientific Cultural Organization) apoya por esa capacidad de comunicar visualmente los tamaños relativos de las regiones de nuestro planeta.

Así es el mapa del mundo según la proyección de Gall-Peters.


Aún así los mapas del mundo siguen dominando por la proyección Mercator, y eso se nota especialmente en esa forma que tenemos de ver los mapas en la actualidad: servicios como Google Maps, Bing Maps, MapQuest u OpenStreetMaps hacen uso de una ligera variante de esta proyección llamada Web Mercator que es la más práctica para poder "navegar" por el mundo.


Todo apunta por tanto a que seguiremos usando esa proyección Mercator en los mapas de forma predominante. Es probablemente una buena solución a nivel práctico, pero ya sabéis: esos mapas engañan (un poco).

creditos e informacion de xataka.com

Cortesia De Sabina de Briones


Las Lavanderas de la epoca de la revolucion que lavaban en los ríos




El auge de la tecnología y la mejora a las infraestructuras han ayudado a que actualmente tengamos fácil acceso a los servicios. Debido a ello, es difícil que nos cuestionemos cómo se realizaban labores tan cotidianas como lavar la ropa y la higiene personal.

Sin duda, dichas labores se realizaban con una mayor cercanía a la naturaleza, pues no se contaban con electrodomésticos y el acceso al agua no era tan usual. El agua no llegaba a nosotros, había que buscarla. Sin embargo, ya en la época prehispánica existían hábitos de limpieza rigurosos y extendidos. Por ejemplo, los mexicas utilizaban la hierba del copalxocotl y la raíz del xiuhmaolli como detergente para bañarse y lavar la ropa. Por su puesto, estas actividades solían realizarse mayoritariamente en los cuerpos de agua naturales.

Posteriormente, desde la época colonial y hasta hace algunas décadas, existió un sector laboral dedicado a lavar ropa. La tarea no era nada fácil, para lavar había que descender hasta los cuerpos de agua cargando la ropa que se recolectaba en las distintas casas. Aunque se tratara de la ropa de un solo hogar, la tarea no era menos compleja, pues había que transitar por los caminos agrestes hasta llegar al río.

Una vez allí, las mujeres se hincaban a las orillas del río y comenzaban a tallar las prendas en las piedras lizas y largas. Algunas usaban palos para golpear las prendas y sacar la mugre acumulada. Finalmente, enjuagaban la prenda con el agua del río. Por supuesto, la actividad solía hacerse en compañía de otras mujeres, quienes también acudían a lavar. Por ello, era común que fuera un momento para socializar y compartir los alimentos, pues era una actividad que llevaba varias horas.

De lavar ropa en el río a los lavadero



No todos los días era buenos para ir a los ríos para lavar, había que hacerlo en días soleados para asegurar que le ropa se secara. La ropa, extendida sobre hierbas y árboles, era acariciada por los rayos del sol. la fragancia de la naturaleza y el efecto del sanacoche (tubérculo que funcionaba como un detergente natural).

También se trataba de una labor riesgosa, pues se corría el peligro de ser atacado por algún animal o de que las lluvias hicieran crecer repentinamente el río y la lavandera muriera ahogada. Si no se alcanzaba a secar la ropa, el retorno se auguraba cansado, pues había que cargarla mojada.

No todas las labores de limpieza se hacían en los ríos, ya que existían lugares donde los pozos permitían que las labores se realizaran en casa. Para ello se utilizaban tinas y pequeños lavaderos de piedra que, sumergidos en el agua, cumplían con la función de la piedra del río. Algunas otras personas acudían a los acueductos para acarrear el agua.

Otras formas de la lavar ropa




Tras la Revolución Mexicana el número de pozos aumentó y se contó con jabones artificiales como el de la marca Roma o FAB. Sin embargo, las labores se seguían haciendo en cuclillas. De acuerdo con Irma Álvarez, antigua lavandera de la alcaldía de Azcapotzalco en la Ciudad de México, los pozos de agua eran nutridos por las lluvias, los cuerpos naturales del subsuelo y los riesgos que se hacían en las zonas agrícolas. Esto permitía que hubiera mayor acceso al agua para quienes ejercían esta labor.

Tampoco era la única modalidad. En los albores del siglo XVI ya existían los primeros lavaderos comunitarios, los cuales se encontraban en lugares cercanos a los pozos, pero que contaban con piletas adaptadas para que las mujeres lavaran con mayor comodidad. Muchos de ellos también se nutrían de las aguas de los acueductos.

“Colocábamos dos piedras y sobre ella otra más lisa, entonces tallábamos de la misma forma en que se hace en los ríos. Luego tendíamos todo en los magueyes para que les diera el sol, con el sol todo se desmanchaba bien bonito. Al final, cuando ya todo estaba seco, planchábamos con la plancha de metal, la cual se calentaba en el comal. Teníamos mucho cuidado de que la ropa no se ensuciara de nuevo.”

Tampoco era la única modalidad. En los albores del siglo XVI ya existían los primeros lavaderos comunitarios, los cuales se encontraban en lugares cercanos a los pozos, pero que contaban con piletas adaptadas para que las mujeres lavaran con mayor comodidad. Muchos de ellos también se nutrían de las aguas de los acueductos.


“Otro servicio urbano de aparente nuevo cuño fueron los lavaderos colectivos, algunos situados en espacios públicos, otros en la privacidad de conventos, colegios, hospitales, haciendas y ranchos. Uno de los más antiguos, del siglo XVI, es el de Xalitic, Xalapa (Veracruz)”, según la Semblanza Histórica del Agua en México, publicada por la Comisión Nacional del Agua. 


El fin de las lavanderías como labor comunitaria


Finalmente, con las tuberías y las mejoras en la infraestructura del servicio del agua, los lavaderos fueron desapareciendo o cercándose a espacios como las vecindades y, posteriormente, a las azoteas de los multifamiliares. Sin embargo, los lavaderos seguían siendo socialmente importantes e incluso contaban con su celebración.
Cada Día de San Juan Bautista se colocaba al santo sobre la pileta y las mujeres regalaban tamales y atole. La celebración sucedía generalmente en los lavaderos comunitarios, a donde las jóvenes acudían desde temprano a lavarse el cabello, pues se creía que el santo ayudaba a que el cabello creciera sano y hermoso.
Con el tiempo, estos espacios de socialización han continuado en extinción, pues la aparición de las lavadoras y secadoras han hecho obsoleta dicha labor. Sin embargo, aún se conserva lavaderos históricos en las alcaldías de Iztapalapa, Cuajimalpa y Xochimilco, mismos que fueron remodelados en 2011 y ofrecían actividades recreativas.





Cortesia de Mariom Indio charanda

creditos propiedad de mexicodesconocido





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