El cambio climático aumenta el riesgo de muerte por enfermedades del corazón

Científicos de la Universidad de Pensilvania, EEUU, explicaron que las olas de calor extremo provocan mayor presión cardiovascular y pueden desencadenar ataques cardíacos. Quiénes son los más afectados

Según el estudio, entre 2008 y 2017, cada día adicional de calor extremo en un mes se asoció con un aumento general del 0,13 % en las muertes por enfermedades del corazón

Las olas de calor extremas están aumentando en los últimos años debido al cambio climático, y sus efectos cada vez se observan más en la salud. Un estudio reciente de la Universidad de Pensilvania, indicó que el calor extremo provocó entre 600 y 700 muertes más por enfermedades cardiovasculares al año durante una década en Estados Unidos.

Los científicos harán una presentación de los hallazgos del estudio el próximo 2 de abril en una reunión del Colegio Americano de Cardiología, que se llevará a cabo en Washington DC, EEUU. En tanto, hicieron conocer los resultados a modo de información preliminar.

En su documento previo indican que Estados Unidos ahora tiene aproximadamente tres veces más olas de calor que en la década de 1960. Las altas temperaturas pueden ejercer una mayor presión sobre el corazón y desencadenar ataques cardíacos y otros problemas cardíacos.

Además, algunos factores de riesgo de enfermedades cardíacas, como la diabetes, así como los medicamentos para el corazón, como los diuréticos y los betabloqueantes, pueden afectar a la capacidad de una persona para regular su temperatura corporal y dificultar el manejo del calor extremo.

Este estudio es el primero que evalúa las tendencias de las muertes por enfermedades cardíacas durante eventos de calor extremo a escala nacional. Los investigadores señalan que los estudios anteriores, centrados en ciudades concretas o basados en el calor como causa oficial de muerte, probablemente subestimen el verdadero número de víctimas de estos fenómenos.

Estados Unidos ahora tiene aproximadamente tres veces más olas de calor que en la década de 1960

Nuestros resultados sugieren que el alcance total de los efectos adversos para la salud del calor extremo es más amplio de lo que se pensaba anteriormente -explicó el autor principal del estudio, Sameed Ahmed Khatana, profesor asistente de medicina en la Universidad de Pensilvania en Filadelfia-. El cambio climático y sus consecuencias tendrán un impacto muy grande en nuestra sociedad en términos de salud, y la salud cardiovascular es un componente importante de eso”.

Para este estudio, su equipo analizó las tendencias de temperatura y las muertes relacionadas con el corazón en los 3108 condados de los Estados Unidos. Los investigadores determinaron la temperatura máxima diaria promedio de cada condado entre 1979 y 2007, y luego identificaron los días de calor extremo entre 2008 y 2017. Estos últimos se definieron como aquellos en los que el índice de calor alcanzó los 32 grados Celsius o más.

Entre 2008 y 2017, cada día adicional de calor extremo en un mes se asoció con un aumento general del 0,13 % en las muertes por enfermedades del corazón. Eso resultó en un promedio de 600 a 700 muertes adicionales por año. Pero los científicos detectaron que hubo diferencias significativas de género y origen étnico. Cada día de calor extremo se asoció con un aumento del 0,21 % en las muertes por enfermedades cardíacas entre los hombres, en cambio no hubo un vínculo significativo para las mujeres.

Las altas temperaturas pueden ejercer una mayor presión sobre el corazón y desencadenar ataques cardíacos y otros problemas cardíacos.

Por otro lado, cada día de calor extremo se asoció con un aumento del 0,27 % en las muertes por enfermedades cardíacas entre los afroamericanos. En tanto no se encontró una asociación significativa para personas blancas o hispanas. “Estos hallazgos indican que los hombres y las personas afroamericanas tienen un mayor riesgo de eventos cardíacos fatales en las olas de calor”, según mencionan los autores del estudio preliminar.

Según los investigadores, hay varios factores que pueden contribuir a estas disparidades. Por ejemplo, la mayor proporción de hombres que trabajan en sectores en los que puede ser más difícil evitar la exposición sostenida al calor, como la construcción y la agricultura, podría explicar parte de la diferencia entre géneros.

Khatana sugirió que los líderes políticos “deben convencerse de que las negociaciones climáticas tienen un impacto real en la salud de las personas. Los impactos del cambio climático en la salud han estado ocurriendo desde hace un tiempo y es probable que continúen empeorando con el aumento de las temperaturas”, concluyó.

Cortesía de Royce



Por qué las “abejas buitre” abandonaron el néctar para alimentarse de cadáveres

Hay una especie que estableció nuevas relaciones con bacterias similares a las que se ven en los buitres. Los detalles

Las “abejas buitre” desarrollaron la capacidad de comer solo carne (Gobierno de México)

Existen unas abejas, pertenecientes a una especie tropical poco conocida sin aguijón, llamadas vulgarmente “abejas buitre”, que desarrollaron la capacidad de comer solo carne. Esta rara conducta fue motivada por una competencia muy intensa por el néctar.

De esa forma su intestino ha evolucionado haciéndolo más parecido al de los buitres que al de otras abejas. Todas estas adaptaciones se complementan con cambios en la microbiota, la flora intestinal, para permitir la digestión de otros compuestos relativos a la nueva dieta.

La intensa competencia por el néctar llevó a que una especie de abeja sin aguijón en los trópicos desarrollara la capacidad de alimentarse de carne. Estas son las únicas abejas en el mundo que evolucionaron para utilizar fuentes de alimentos no producidas por plantas.

Llamadas vulgarmente “abejas buitre”, desarrollaron la capacidad de comer solo carne. Esta rara conducta fue motivada por una competencia muy intensa por el néctar

De esa forma entablaron nuevas relaciones simbióticas con algunos microbios que se encuentran en el intestino de los buitres y otros animales que se alimentan de carroña. Las cestas que las abejas sin aguijón tienen en sus patas traseras para recolectar polen, fueron usadas por estas abejas buitres para recolectar carne.

La flora intestinal de las abejas buitre está enriquecida con bacterias nuevas que sus parientes no tienen, similares a las que se encuentran en los buitres, las hienas y otros animales carroñeros. Estas bacterias sirven para protegerlos de los patógenos que aparecen en la carroña. Cualquier ser humano podría enfermarse gravemente debido por estos microbios en la carne liberan toxinas muy potentes y lesivas.

Aun no se sabe si fue el estilo de vida carnívoro de las abejas el que influyó en el crecimiento de estos microbios, o si las bacterias fueron las que permitieron la dieta carnívora. Un cambio en la dieta podría haber modificado la flora, a través del tiempo, pero también es posible que ese cambio haya permitido la variación en la dieta, o que tal vez ambos hayan interactuado para generar esa adaptación evolutiva.

Estas abejas que se alimentan de carne, en lugar de polen, son capaces de almacenar miel en cámaras separadas en sus colmenas.

Las cestas que las abejas sin aguijón tienen en sus patas traseras para recolectar polen, fueron usadas por estas abejas buitres para recolectar carne 

Las abejas fueron noticia hace dos días cuando, en la vereda La Esperanza del municipio de Turbo, Antioquia, un enjambre de abejas africanizadas atacó a un hombre ciego de 72 años que posteriormente perdió la vida. Al parecer, el panal de abejas estaba ubicado en uno de los postes de energía cercanos a la vivienda de la víctima.

No solo se vio afectado este hombre, se le suman otras 10 personas resultaron heridas, una de ellas es una mujer en estado de embarazo y un hombre que se recuperaba de una cirugía.

Según vecinos del sector estos animales han construido sus panales en varios de los postes de energía y en varias ocasiones han llamado a las autoridades correspondientes para que le pongan solución a este problema que pone en riesgo sus vidas.

*El Prof. Dr. Juan Enrique Romero @drromerook es médico veterinario. Especialista en Educación Universitaria. Magister en Psicoinmunoneuroendocrinología. Ex Director del Hospital Escuela de Animales Pequeños (UNLPam). Docente Universitario en varias universidades argentinas. Disertante internacional.

Cortesía de Monita 


Este inquietante robot-drone puede caminar, volar y hasta mantener el equilibrio en la cuerda floja


Robots bípedos capaces de caminar hemos visto muchos, con Atlas de Boston Dynamics entre los más impresionantes. También hay todo tipo de drones actualmente. Pero una combinación de robot y drone que camine y vuele no es algo tan común. Unos ingenieros de Caltech se han encargado de hacerlo real.

LEONARDO es el nombre que recibe este particular robot. El nombre, como suele ocurrir con este tipo de inventos, es una abreviación. Su nombre completo en realidad es LEgs ONboARD drOne (algo así como "piernas a bordo de un drone"). Y es que esencialmente estamos ante un drone con piernas.


De momento se trata de una prueba de concepto para ver si es viable esta idea. Ingenieros y empresa de todo el mundo están buscando las formas más efectivas para dotar de movilidad a los robots. En algunos casos son ruedas, en otros casos cuatro patas, en otros casos dos y en casos aún más particulares robots que saltan o este que vuela como un drone.

Dos capacidades locomotoras en un único robot

Para esta ocasión los ingenieros dicen que se inspiraron en la naturaleza, concretamente en los pájaros, para encontrar un método más viable de movilidad. Los pájaros tienen la peculiaridad de cambiar fácilmente entre volar y caminar. Esta intersección entre ambas actividades es la que han explorado los ingenieros, permitiendo al robot alzar el vuelo cuando se encuentra ante un terreno dificultoso o ayudarse de sus propulsores cuando hay dificultades.


Como consecuencia, LEONARDO es un robot capaz de traer lo mejor de ambos mundos. Tiene la estabilidad de un robot a pie y tiene la agilidad de un drone para desplazarse. Pesa apenas 2,58 kilogramos (a fin de cuentas tiene que volar también) y tiene una altura de 75 centímetros. En la parte superior dispone de cuatro hélices que le sirven para propulsarse como un drone. Por otro lado, dispone de dos patas muy finas que le permite mantenerse en pie y en equilibrio.

Como podemos ver en las imágenes del prototipo, es capaz de caminar sin dificultades y también evitar obstáculos como las escaleras simplemente alzando el vuelo. Pero es más interesante aún cuando lo vemos utilizar un skate pare patinar o cuando mantiene el equilibro en la cuerda floja gracias al uso de las hélices.

Hay mucho que mejorar aquí, desde luego, pero es un paso importante en una nueva rama para el desarrollo locomotor de los robots. Uno de los aspectos que tendrá que mejorar es en el de la autonomía que tiene el robot o por ejemplo las capacidades que tiene para escalar a mayor tamaño y peso. Aunque por ahora, con sólo esos pequeños vuelos de la nada, es bastante inquietante.

Cortesía de Monita 


Drones submarinos que imitan a la mantarraya: así es la propuesta de EEUU para misiones oceánicas autónomas y de largo alcance

1 Enero 2022

Drones por tierra, aire… y mar. DARPA, la agencia de investigación avanzada ligada al Departamento de Defensa de EEUU, está desarrollando un robot autónomo y con capacidad de carga que emula la forma de las mantarrayas y es capaz de desarrollar “misiones de larga duración y alcance” en los océanos. El programa, bautizado Manta Ray, arrancó en 2020 y busca demostrar el potencial de los vehículos submarinos no tripulados (UUV). Superadas las primeras pruebas, DARPA acaba de adjudicar a Northrop Grumman y Martin Defense Group contratos para la segunda fase.

“El programa Manta Ray busca desarrollar UUV que operen por períodos prolongados sin la necesidad de mantenimiento o apoyo logístico humano in situ”, detallan desde DARPA. En una primera etapa, los expertos de la agencia diseñaron y probaron “enfoques novedosos” en áreas como la gestión de energía, la fiabilidad, el control de bioincrustraciones y corrosión —clave en el océano—, la navegación y la superación de obstáculos submarinos”. El objetivo: preparar el dron para misiones de larga duración, sin asistencia y en entornos que exigirán una resistencia notable.

Objetivo: demostrar el potencial de los UUV

A modo de anticipo, DARPA ha elaborado y colgado en su cuenta oficial de YouTube un vídeo de apenas un minuto en el que que muestra el UUV en acción, durante una misión submarina en la que transporta cargas útiles para tareas especializadas. En la grabación se aprecia, por ejemplo, cómo el dron despliega y recoge un sensor que parece transmitir señales al propio UUV.

Entre los objetivos que se ha fijado DARPA para el programa destaca el desarrollo de técnicas de captación y gestión de energía en los océanos, a profundidades relevantes, o el diseño de sistemas de propulsión submarina. Sus responsables aspiran también a “nuevos enfoques” para la gestión de misiones prolongadas en el océano, el manejo de datos y “mitigar la contaminación biológica, la corrosión y la degradación de otros materiales para misiones de larga duración”.


“El programa busca demostrar tecnologías críticas para una nueva clase de UUV de larga duración y alcance y con capacidad de carga útil. Si tiene éxito, esta nueva clase de UUV le dará al mando una amplificación de capacidad sin interrumpir las operaciones actuales al permanecer independiente de los buques y puertos tripulados una vez desplegados”, anota DARPA: “Dichos sistemas podrían permitir a los buques anfitriones tradicionales una mayor flexibilidad operativa al tiempo que proporcionan a los puertos de servicio tradicionales un alivio de la carga de trabajo”.

El de DARPA podría no ser el único UUV con forma de mantarraya. Como recuerda The EurAsian Times, en septiembre los medios chinos informaron de pruebas en aguas del Gigante Asiático, en las islas Xisha —de la mano de la Universidad Politécnica del Noroeste—, con un robot biomimético con forma de Mobula birostris. El dispositivo biónico, de 470 kilogramos, puede batir las aletas y se deslizaba bajo el agua. [Según la agencia de noticias oficial Xinhua](Mobula birostris), el robot ya se ha utilizado para estudiar el entorno oceánico y realizar investigaciones científicas en arrecifes de coral.

Cortesía de Monita 

Las monedas de oro

Entre los cuentos de terror para niños es conocido el de Xóchitl y las monedas de oro. Una fresca noche de octubre, Xóchitl bajó por las escaleras de la casa de sus padres en Córdoba, Veracruz. Como en la casona también vivía varios sirvientes, la niña no se sorprendió cuando escuchó unos ruidos al subir de nuevo a su habitación. Sin embargo, le llamó poderosamente la atención sentir un corto correteo, como unos pasitos infantiles al final del corredor de su cuarto. Curiosa, se dirigió al final del pasillo a ver qué sucedía.



Escondida tras una de las largas cortinas de los ventanales observó a un niño con vestiduras relucientes abriendo un agujero en la pared. El chiquillo tenía un aspecto fantasmagórico, pero eso no asustó a Xóchitl, quien no le quitaba el ojo de encima, pues estaba maravillada con lo que hacía el pequeño. A medida que el infantil espectro continuaba abriendo el orificio en la pared, introducía en ella un sinfín de monedas de oro que salían de entre sus manos. El fantasma se esfumó, dejando aquel tesoro en el agujero, que se había cerrado mágicamente.

Al salir de detrás de la cortina, Xóchitl se dio cuenta de que estaba acompañada. Ana, una de las sirvientas, había sido también testigo de aquel suceso del más allá. 

–“Niña Xóchitl, le prometo guardar el secreto de lo que hemos visto esta noche. Pero también le propongo que, como cómplices, mañana busquemos ese tesoro que está tras la pared”, le dijo la criada.

–“Sí, Ana. No le contaremos a nadie nuestro secreto. Tomaremos esas monedas y serán solo nuestras”, respondió la niña.

A la noche siguiente, cuando todos dormían en la casona, Xóchitl y Ana se encontraron en el oscuro pasillo a la luz de una lánguida vela. Al iluminar el agujero, este se abrió mágicamente.

Por su pequeña talla, Xóchitl pudo meterse en el hueco, de manera que podría recoger fácilmente las monedas de oro que el niño había dejado allí la noche anterior. Mientras tanto, Ana sostenía la vela e iba almacenando las monedas en su mandil. Al ser tan cuantioso el tesoro, Ana y Xóchitl repitieron el procedimiento varias noches consecutivas.

Como ya era habitual, se encontraron en el pasillo por la noche. El candil apenas emanaba luz, mientras que Xóchitl sacaba y sacaba monedas. Ana empezó a sentir escalofríos, aterrada porque la vela estaba a punto de consumirse.

–¡Niña Xóchitl, salga, salga del agujero! ¡Ya tenemos suficiente por hoy!

Al levantarse para salir, Xóchitl se percató de que se le había caído la última de las monedas, por lo que se inclinó de nuevo para buscarla dentro del agujero, cegada por su codicia y sin escuchar los desesperados ruegos de Ana para que saliera. La vela se extinguió por completo y, en medio de la oscuridad, el agujero de la pared se cerró para siempre.

Desde entonces, y solo por las noches, se escuchan al otro lado de la pared los sollozos ahogados de una niña mientras parece juguetear con una moneda en un bucle infinito.

Cortesía de Monita 


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