Historia de Dulce Gamero./ Fama/ msn.
Irma Serrano, ‘La Tigresa’ tuvo una exitosa carrera que le dio grandes ganancias económicas, por lo que pudo adquirir artículos de colección como el piano que perteneció a Maximiliano de Habsburgo y algunas lujosas propiedades, pero sin duda el Teatro Fru Fru fue una de sus posesiones más valiosas.
El recinto ubicado en la calle Donceles del Centro Histórico de la Ciudad de México tiene una gran historia, pues fue inaugurado el 1 de enero de 1899 en presencia de Porfirio Díaz, el entonces presidente. En ese entonces fue nombrado Teatro Renacimiento y de inmediato comenzó a hacerse popular, ya que era el único edificio dedicado al arte que contaba con luz eléctrica.
En 1906 el empresario Francisco Cardona lo compró y lo renombró Teatro Virginia Fábregas, quien era su esposa y una actriz muy famosa de la época, pero de un momento a otro fue cerrado y nunca se supo la razón por la que no abrió sus puertas.
Irma Serrano adquiere el teatro y lo convierte en un lugar emblemático
En 1973, la cementera Anáhuac realizó una subasta e Irma Serrano compró el teatro, pero además de la adquisición, la actriz hizo una gran inversión para remodelarlo y reabrió sus puertas con el nombre Teatro Fru Fru.
Irma Serrano transformó por completo la imagen del lugar, ya que en cartelera comenzó a agregar obras con temas tabú para la época, pero además creó el llamado “Teatro de Medianoche” con puestas en escena exclusivas para público adulto por su contenido erótico.
El teatro fue remodelado en varias ocasiones, pero siempre conservó la esencia de sus inicios, por lo que estaba lleno de espejos, muebles de herrería y decoración en tonos dorados y rojos.
En el lugar había lámparas decorativas muy llamativas y vitrales con fotografías de estrellas emblemáticas del cine, además de una imagen de Irma Serrano.
Una de las cosas que siempre ha llamado la atención es que en el interior del teatro hay diversas estatuas, algunas de mujeres sin ropa y otras más de seres humanoides con cuernos y patas de cabra, a los que muchos actores dejaron ofrendas por las leyendas que existen a su alrededor, ya que se dice que si no ofrecen algo, sus obras están destinadas al fracaso.
Irma Serrano perdió y recuperó el Teatro Fru Fru
Pilar de León, supuesta sobrina de Irma Serrano despojó a la actriz del Teatro Fru Fru, pero tras dos años de pleitos legales lo recuperó; sin embargo, cuando volvió a sus manos el lugar, éste se encontraba en un estado deplorable y con grandes deudas.
Según Luis Felipe, sobrino de la actriz, el teatro nunca recibió mantenimiento y tenía múltiples atrasos en sus pagos de agua, predio y con hacienda, por lo que desde el 2017 la actriz intentó rescatarlo.
