El gobernante izquierdista avanzaba con suma dificultad en medio de la muchedumbre que gritaba "¡es un honor estar con Obrador!", clásico lema de sus partidarios, e intentaba tercamente acercarse a él para saludarlo o tomarle fotos.
Decenas de miles de simpatizantes caminaban vistiendo camisas y gorras moradas, el color del partido oficialista Morena, y portando pancartas y numerosas banderas con emblemas partidarios.
En la vasta explanada del Zócalo, la plaza principal de la ciudad, donde se habilitó un escenario y bandas de mariachi entretenían a la creciente multitud, María Reina Rodríguez, una jubilada de 74 años, festejaba cantando.
López Obrador "es un gran hombre que se preocupa por los de abajo. Yo soy de abajo", dijo Rodríguez, quien asegura que el gobierno aumentó su pensión y ahora puede vivir "con dignidad".
La movilización, vista por analistas como una demostración de fuerza de cara a las elecciones de 2024, atiborraba al menos cuatro kilómetros de avenidas desde la céntrica glorieta del Ángel de la Independencia hasta el Zócalo.
Acompañaban al presidente, entre otros, el canciller Marcelo Ebrard, el secretario de Gobernación, Adán Augusto López, y la alcaldesa de Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, los tres aspirantes del oficialismo a sucederlo en la presidencia.
El ambiente era tumultuoso pero festivo, con músicos tocando canciones tradicionales y con la palabra AMLO -el acrónimo del presidente- replicada en camisetas, gorros y carteles de sus partidarios llegados de diversos puntos del país