Sko-Ella
Cuenta la historia que una mujer llamada Sko-Ella deseaba un hermoso par de zapatos rojos, pero al no contar con los recursos económicos para conseguirlo buscó a alguien que se los patrocinara e hizo un trato con el ser al que jamás deberías recurrir, el diablo. Éste también se encontraba en una diatriba, pues en el mismo pueblo en el que vivía Sko había un matrimonio muy unido al que Satanás le quería dar fin.
Así que Sko-Ella y el Diablo realizaron un trato: Ella hacía que la pareja se separara y él le daría su ansiado par de zapatos. Como nota al margen, algunas versiones del relato cuentan que para sellar el trato tuvieron relaciones sexuales. Con el objetivo en mente, Sko ideó un plan: primero se le acercó a la esposa y le dijo que su marido la estaba engañando con otra mujer y sí quería recuperar su estima, debía cortarle tres pelos de la cabeza mientras dormía y hacer con ellos un filtro de amor.
Al esposo le contó otra historia, le dijo que su mujer quería matarlo y que debía permanecer en vela toda la noche, ya que su esposa lo mataría cuando durmiera. El preocupado marido fingió dormir y cuando su esposa se acercó con un cuchillo para córtale el pelo, él se abalanzó sobre ella y terminó apuñalándola.
Trato hecho
Cuando la malhechora Sko-Ella, se enteró de lo sucedido fue a contarle al Diablo para reclamar su recompensa, quien se podría imaginar que el mismo príncipe de las tinieblas se horrorizaría por lo sucedido: “yo solo quería que se peleasen, que acabara su matrimonio, pero no su muerte”. Así fue como un compungido Satanás cogió el par de zapatos rojos y se los tendió a la mujer con un palo, pues no quería tocarla.
La historia se en cuenta representada en una antigua iglesia sueca (Viksta Kyrka) del siglo XIII, en la zona norte de la ciudad de Uppsala. La leyenda no solo está en el mural sino que se encuentra en la llamada Sala de Armas, donde los feligreses depositaban sus armas antes de entrar en la iglesia.
Cortesía de Monita
