Las ciudades del petróleo ruso
Corrían tiempos de renovación en la antigua unión soviética. La segunda guerra mundial había finalizado y Rusia se recuperaba de la invasión nazi. En todos los lugares se construían nuevas industrias, carreteras, ferrocarriles, etc. Y para ello se requería muchísima energía. Los yacimientos petrolíferos rusos en tierra se encontraban en números rojos y comenzó la búsqueda del oro negro en los fondos marinos.
Era la década de los 50, y con el secretismo característico del comunismo, Rusia construyó en el mar Caspio, a unos 42 kilómetros de tierra, una de las mayores estructuras artificiales de la Tierra. Una verdadera ciudad se elevó sobre el mar con la única finalidad de albergar a los trabajadores de las plantas de extracción de crudo y a sus familias. Con panadería, escuela, jardines, cine y todos los servicios necesarios, las calles y puentes que unían las fábricas, la ciudad y el suelo firme medía en su conjunto más de 350 kilómetros de longitud. Unas 5000 personas vivían en este lugar en su período más activo.
Pasó el tiempo y la principal fuente de extracción de petróleo rusa se trasladó a los mares del norte y las heladas regiones de Siberia y esta ciudad quedó en semi-abandono. Actualmente, estos territorios pertenecen al estado independiente de Azerbaijan y en ella, según dicen, viven unas 2000 personas. Muchísimos tramos se han hundido y la inmensa mayoría de pozos son inaccesibles y están fuera de servicio, aunque en unos pocos todavía se sigue extrayendo crudo en unas condiciones de seguridad más que pésimas.
Estos lugares son conocidos como las “Oil Stones” u “Oil Rocks”.
Fuentes: www.artificialowl.net, https://englishrussia.com
Cortesía de Monita