Las luciérnagas eran considerados insectos mágicos.
No hay duda de que las luciérnagas son una de las criaturas más atractivas en el mundo, incluso en diversos lugares se organizan festivales y santuarios para que las personas tengan oportunidad de admirarlas y conocerlas más de cerca en temporada de junio a agosto, que es cuando estos mágicos insectos se dejan ver. Sin embargo, es importante mencionar que las luciérnagas se han sumado a la lista de animales en peligro extinción debido a la pérdida de sus hábitats, los pesticidas y por la luz artificial. Por ello, si te encuentras con ellas no las ahuyentes, mucho menos las mates y tampoco las ilumines con focos, flashes o luces de LED, esto podría matarlas.
Gracias a su proceso físico y químico que realizan para iluminarse, se han considerado como criaturas sorprendentes y sumamente hermosas, de hecho hace ciento de años las luciérnagas eran considerados insectos mágicos que llevaban consigo buenas noticias y buenos augurios.
En la cultura japonesa, cada verano se organizan festivales para que los espectadores admiren y aprecien la belleza y magia de las luciérnagas; creen que estos animales son los espíritus de guerreros que han muerto en combate. Por otro lado, también creen que si alguien mata a una, aquel morirá en la próxima tormenta eléctrica.
Mientras, en el occidente y contienen americano, cuando una luciérnaga está cerca de alguna casa tiene tres significados demasiado bellos: buena suerte, la llegada de una buena noticia, y si es más de una entonces indica que pronto habrá una boda o una fiesta de celebración.
Las luciérnagas producen de forma natural una sustancia que lleva por nombre luciferina, un compuesto que sirve para la luz de su cuerpo. Esta sustancia (única en animales bioluminiscentes) ha sido delicadamente estudiada por científicos, y descubrieron efectos y aplicaciones poténciales en la medicina, pues ha servido como herramienta en escaneo de tumores humanos y en el desarrollo de fármacos anticancerosos, de acuerdo con Bruce Branchini, de Connecticut College.
No te asustes si ves una luciérnaga (o varias) fuera de tu casa, mucho menos las mates ni las ahuyentes, ellas sólo pasan un rato a descansar y, por supuesto, a llevarte buenas noticias.
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Cortesía de Monita.
