QUE ES EL VITÍLIGO

 El vitíligo es un trastorno de la piel de causa desconocida que se caracteriza por la presencia de manchas blancas debido a la falta de pigmentación.


Es una enfermedad que afecta al 1% de la población mundial, siendo más frecuente en aquellas razas que tienen mayor cantidad de pigmentación en la piel.


Se cree que hay una mayor prevalencia en mujeres y la edad de aparición se encuentra comprendida entre los 10 y 30 años, aunque puede aparecer en cualquier momento de la vida.


En los casos indicados, el tratamiento quirúrgico tiene una eficacia en el 90%, siendo una alternativa muy recomendable.

¿Cuáles son los síntomas habituales del vitíligo?

Los síntomas habituales del vitíligo son manchas blancas despigmentadas de la piel ya que en esas zonas no existen melanocitos.


Estas manchas son más sensibles a las quemaduras por el sol, por lo que se aconseja utilizar protección solar.


El contraste con las zonas pigmentadas de la piel crean un problema estético importante para el paciente.






"La mejor indicación es el tratamiento de zonas selectivas, no de grandes áreas, que permanezcan estables y que no hayan respondido a los tratamientos médicos convencionales".





¿Cuáles son las causas del vitíligo?

La causa por la que desaparecen los melanocitos o dejan de sintetizar melanina no se conoce con exactitud.


Se han formulado diferentes teorías destacando principalmente la que considera a esta enfermedad de origen autoinmune.


Se ha observado que situaciones como el estrés o los traumatismos pueden precipitar la aparición de estas lesiones en pacientes predispuestos.


A veces se asocia a otro tipo de enfermedades como la diabetes, la anemia perniciosa, la enfermedad de Addison o enfermedades tiroideas.


Tipos de vitíligo

El vitíligo focal es aquel en el que aparecen máculas aisladas y reducidas en tamaño y número en cualquier localización.

El vitíligo segmentario se caracteriza porque las máculas son unilaterales y suelen seguir una distribución determinada El generalizado es el tipo más común y se caracteriza por múltiples máculas hipopigmentadas dispersas por toda la superficie corporal, de disposición simétrica.

El vitíligo acrofacial afecta partes distales y a la región facial. La forma universal es aquella en la que quedan pocas áreas corporales pigmentadas.


¿Cómo se diagnostica el vitíligo?

El diagnóstico se establece en la mayoría de los casos mediante el examen clínico de la piel del paciente.


Algunas veces, puede usar la lámpara de hendidura o de Wood. Se trata de una luz ultravioleta que hace que las áreas sin melanocitos aparezcan de un color blanco brillante.


En ocasiones debe realizarse una biopsia cutánea para descartar otras enfermedades autoinmunes, así como analítica de sangre con determinación de hormonas tiroideas o de vitamina B12.


¿Cómo se trata el vitíligo?

Pioneros en el uso de la terapia celular en el tratamiento del vitíligo


Tratamiento conservador

En áreas limitadas se pueden emplear corticosteroides potentes, pero evitando siempre la aplicación crónica continua.


Cuando se trata de vitíligos más extensos se suele emplear lo que se conoce como fotoquimioterapia oral que consiste en la administración de un fármaco por vía oral (psoraleno) más la exposición a rayos UVA (PUVA). Se logra la repigmentación en ocasiones de un 50% de los casos.


Otro tipo de tratamiento empleado en vitíligos de extensión moderada es la aplicación de Kellina por vía tópica más exposición solar. Nunca más de media hora. La administración de aminoácidos como la fenilalanina tanto por vía oral como por vía tópica acompañada de exposición solar, es otra de las modalidades terapéuticas empleada en el vitíligo.


También se han obtenido buenos resultados con el calcipotriol por vía tópica, que es un fármaco empleado en la psoriasis, y con los inhibidores de la calcineurina.

Tratamiento quirúrgico

Últimamente existen cada vez más publicaciones acerca del tratamiento quirúrgico del vitíligo, mediante la utilización de injertos de piel autóloga o cultivos selectivos de melanocitos.


Esta nueva técnica consiste en trasplantar células epidérmicas del propio paciente (células de la piel) de una zona pigmentada a determinadas áreas que aparecen despigmentadas.


En general, se ha aplicado esta técnica de terapia celular en aquellas zonas donde está prevista una respuesta más satisfactoria, como es la región facial, que además es la que más suele interesar a las personas afectadas. Hay otras zonas del cuerpo donde la repigmentación no es tan buena, como es el caso de las manos, donde la aparición del vitíligo también es frecuente.


La mejor indicación es el tratamiento de zonas selectivas, no de grandes áreas, que permanezcan estables y que no hayan respondido a los tratamientos médicos convencionales.


Es importante tener en cuenta que el tratamiento quirúrgico mediante láminas de células epidérmicas nunca debe ser un tratamiento de primera elección para el vitíligo y que nunca debe aplicarse en un vitíligo activo.


Finalmente en aquellos pacientes donde las áreas de vitíligo son mayores que las de la piel pigmentada normal, el tratamiento puede consistir en la despigmentación de la piel sana mediante hidroquinona tópica a concentraciones elevadas.


El procedimiento desarrollado por un equipo de especialistas de la Clínica, se inicia con la obtención de una biopsia (pequeña superficie de piel) extraída de una zona oculta, como puede ser la región lumbar o la nalga, que esté pigmentada.


A continuación, la muestra de piel se procesa en el área de Terapia Celular. Allí, de forma enzimática, separan la epidermis de la dermis para obtener, de la epidermis ya disgregada, las células necesarias para el cultivo.


Las unidades celulares obtenidas se cultivan después sobre membrana amniótica hasta conseguir el crecimiento de millones de células.


Las cantidades de células epidérmicas obtenidas del cultivo deberán procesarse hasta conseguir suficiente superficie celular como para cubrir la zona afectada. Si la superficie que debe tratarse es muy extensa se necesitará aumentar el número de semanas que las células epidérmicas deberán permanecer en cultivo. De este modo se van obteniendo tantas placas de células como requiera el área afectada.


La aplicación de las membranas amnióticas con las células epidérmicas en el paciente se realiza en quirófano:


En primer lugar, se tratan las manchas blancas con un láser de CO2. Es necesario aplicar el láser de forma muy superficial para conseguir eliminar la epidermis.

Sobre esa epidermis se implantan después las membranas amnióticas con las células epidérmicas.

Una vez trasplantadas, las capas de melanocitos deben cubrirse mediante un apósito oclusivo que se levantará a los 3 ó 4 días.

A continuación, el paciente deberá exponerse a radiación ultravioleta solar, si es una época del año adecuada, o de rayos UVA, siguiendo un protocolo determinado.

La técnica quirúrgica es ambulatoria y se practica con anestesia local.


En general, se ha aplicado esta técnica de terapia celular en aquellas zonas donde está prevista una respuesta más satisfactoria, como es la región facial, que además es la que más suele interesar a las personas afectadas. Hay otras zonas del cuerpo donde la repigmentación no es tan buena, como es el caso de las manos, donde la aparición del vitíligo también es frecuente.




cortesía de Zacarías Blanco

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