The signal-man (1866) está considerado como uno de los mejores cuentos victorianos de fantasmas, además de un claro ejemplo de relato de horror psicológico. Dos acontecimientos reales inspiraron a Charles Dickens: el choque de varios trenes en el túnel de Clayton (Reino Unido) en 1861 y el descarrilamiento de un tren en Staplehurst, en 1865, en el que viajaba el escritor británico.
Portada de ‘El guardavías’, Charles Dickens (Ed. Anaya)
Resumen:
Los protagonistas de esta historia de terror son el mismo narrador y el guardavías, un hombre que debe pasar toda la noche en una caseta a pocos metros de la boca de un túnel. La primera vez que el narrador ve al guardavías lo llama desde arriba de la hondonada: «¡Eh, oiga! ¡Ahí abajo!», palabras que inquietan visiblemente al hombre.
El narrador vuelve a visitarlo a la noche siguiente y, más confiado, el guardavías le confiesa el motivo de su desasosiego: un espectro se aparece en las vías del tren, cerca de la boca del túnel. Solo él puede verlo y oírlo cuando grita: «¡Eh, oiga! ¡Ahí abajo! ¡Cuidado!». No logra contemplar su rostro, pues lo oculta con el brazo izquierdo mientras agita el derecho.
Tras la aparición del espectro siempre ocurre alguna desgracia. Después de la primera ocasión se produjo un accidente ferroviario y murieron varias personas, mientras que, tras la segunda, murió una joven pasajera.
Lo que más aterroriza al guardavías es que ha visto al fantasma por tercera vez y no sabe qué nuevo horror se avecina. Se despiden y el narrador, escéptico, se aleja pensando en que aquel hombre necesitaría ayuda médica.
Al día siguiente, mientras está paseando, el narrador ve a varias personas cerca del túnel. Le informan de que una locomotora ha arrollado al guardavías, a pesar de que el maquinista le avisó agitando el brazo derecho y gritándole: «¡Eh, oiga! ¡Ahí abajo! ¡Cuidado!».
Cuando se habla del nuevo orden mundial se tiende a pensar en conspiraciones y teorías fantasiosas. Son muchos los que rechazan la idea de que exista un plan secreto para establecer un gobierno único que controle el Mundo entero, y de la misma forma, muchos otros están convencidos de que el nuevo orden mundial es una realidad que se está evidenciando cada vez más.
Sin entrar en teorías conspirativas, en este artículo vamos a centrarnos en algo que sí que es real y evidente: la existencia del Club Bilderberg, un club que reúne a las personas más importantes del Mundo. No se puede poner en duda su existencia, aunque sí que podamos discutir el grado de influencia real que tiene en el ámbito internacional.
Algo de historia para empezar
Durante los días 29 y 30 de mayo de 1954, muchos de los hombres más poderosos del mundo se reunieron por primera vez, bajo el patrocinio de la familia real de Holanda y la familia Rockefeller, en el lujoso Hotel Bilderberg, en la pequeña población de Ooesterbeel. La primera reunión, propuesta por el consejero político polaco Joseph Retinger, se centró en la preocupación por el antiamericanismo que estaba causando el Plan Marshall en Europa. Se decidió reunir a los líderes europeos para promover el entendimiento entre ellos. La idea era que los invitados fueran dos de cada país: uno conservador y otro progresista.
El éxito del primer encuentro animó a los organizadores a preparar una conferencia anual. Decidieron reunirse todos los años con el fin de intercambiar ideas y analizar la evolución internacional. Se bautizaron a sí mismos como Club Bilderberg y, desde entonces, año tras año se reúnen durante un fin de semana en algún hotel del mundo para decidir el futuro de la humanidad. En la primera reunión en 1954 se creó un comité de dirección y Retinger fue designado secretario permanente. El comité de dirección, además de organizar la conferencia, mantenía un registro de los nombres de los asistentes y detalles de contacto, con el objetivo de crear una red informal de individuos que se podrían invitar unos a otros en privado.
El propósito declarado del Grupo Bilderberg era “hacer un nudo alrededor de una línea política común entre Estados Unidos y Europa en oposición a Rusia y al comunismo”. El economista holandés Ernst van der Beugel sustituyó a Retinger en el puesto en 1960, tras la muerte de éste. El Príncipe Bernardo fue presidente de la reunión hasta su muerte, en 2004.
El Club Bilderberg no es una sociedad secreta. Tampo se trata de una nueva teoría conspirativa sobre el dominio del mundo. El Club Bilderberg es algo totalmente real y tangible. Existe como institución oficial y se han publicado algunos artículos sobre él. Sin embargo, en más de cincuenta años de reuniones en las que el poder y el dinero se han concentrado en un mismo momento y en un solo lugar, jamás se ha filtrado ninguna clase de información sobre lo que se debate en las conferencias del Club Bilderberg.
La prensa nunca ha podido entrar a las deliberaciones, ni se ha emitido ningún comunicado sobre las conclusiones a las que han llegado los asistentes. Directivos del propio Club han afirmado que esa discreción es necesaria para que quienes participan en los debates puedan hablar con libertad sin ver reflejadas sus declaraciones en los periódicos. Esa discreción, sin duda, permite que el Club Bilderberg delibere con mayor libertad. Pero eso no nos despeja las dudas sobre la pregunta fundamental: ¿sobre qué hablando los hombres más poderosos del mundo en esas reuniones?
¿Quiénes forman el Club Bilderberg?
En la actualidad el Club Bilderberg está formado por 120-140 miembros, que acuden en representación de algunas de las compañías y empresas más importantes del mundo, además de representantes de los gobiernos de los países de Occidente, familias reales, lobbys inluyentes, grupos de telecomunicación… etc. En definitiva, cualquier empresa, país, institución o persona que tenga poder a nivel internacional, está representado en estas reuniones. En el siguiente gráfico se especifica quiénes acuden en nombre de qué entidades:
¿Un gobierno en la sombra?
La idea de un gobierno mundial controlado por una pequeña élite financiera y económica es cada vez más aceptada por la sociedad. Con la última crisis económica se ha puesto en evidencia que no son los gobiernos los que controlan los países, sino organismos de rango superior a los propios ministros y presidentes. Las decisiones que se toman en cualquier país parecen estar continuamente influenciadas (directa o indirectamente) por entidades como el Banco Mundial, el Fondo Monetario Internacional (FMI), la Organización Mundial del Comercio (OMC)… etc. Entidades cuyos líderes no han sido elegidos por la ciudadanía, y por lo tanto están tomando decisiones decisivas sin legitimidad democrática.
De todas formas parece incluso lógico que el pueblo no tenga opción de votar a los dirigentes de estas organizaciones internacionales, ya que en un principio el ciudadano no entiende ni tiene los conocimientos oportunos para determinar qué persona es mejor para ocupar un cargo que él mismo desconoce. El desconocimiento de la sociedad ante estas instituciones (BM, FMI, OMC, OTAN, ONU…) impide que se pueda reclamar más democracia o más participación del pueblo. Aun así, está claro que hay personas que toman las decisiones por nosotros. Cada cierto tiempo se vota en elecciones para elegir al gobierno de un país, sin tener en cuenta que los gobiernos apenas pueden decidir en las decisiones más importantes. En cierta manera estas instituciones rigen los destinos de todas las naciones del planeta, por encima de su soberanía nacional y sus democracias.
Esta idea de un gobierno económico-financiero por encima de los gobiernos políticos de cada país se está asentando como cierta entre la sociedad, que ve cómo gobiernos democráticos están comenzando a ser sustituidos por otros tecnócratas. Los casos más recientes y sonados han sido los de Grecia e Italia, donde el Banco Central Europeo ha colocado a su propia gente en el gobierno de estos países.
Esta realidad ya se podía contemplar en la década de 1990, tal y como recordó Julio Anguita en el programa de TVE 59 segundos (el día 20/05/2010), cuando el entonces presidente del Deutsche Bundesbank, Hans Tietmeyer, les dijo a los dirigentes europeos “ustedes señores políticos tienen que acostumbrarse a obedecer los dictados de los mercados” (ver Julio Anguita en 59 segundos). De forma que las grandes multinacionales y los empresarios y banqueros más importantes del Viejo Continente estaban por encima de los políticos, y éstos no podían hacer otra cosa más que obedecer y acatar las directrices de “los mercados”. Pero, ¿quiénes son ‘los mercados’?
La teoría conspirativa del nuevo orden mundial asegura que por encima incluso del Banco Mundial, del FMI o de la ONU hay otro escalón de personalidades que controlan estas instituciones internacionales. Es en este escalón donde encontraríamos a los que controlan ‘los mercados’, a aquellas personas que son capaces de decirles a los políticos qué es lo que tienen que hacer y cómo tienen que hacerlo. En este escalón, el más alto en la pirámide del poder, se encuentra el Club Bilderberg.
La mayoría de personalidades que conforman este club representan a entidades privadas, así que tal y como dice el analista político Adrian Salbuchi “el poder está privatizado” (ver entrevista a Adrian Salbuchi).
Lo que está claro es que las reuniones anuales del Club Bilderberg despiertan una gran expectación. La prensa y los detractores de este club se agrupan intentando comunicarse con los asistentes, pero sin conseguir nunca atención. No se permite la entrada a la prensa en las reuniones y las manifestaciones que suelen realizarse en contra del Club Bilderberg suelen pasar desapercibidas. En este extracto del telediario de Antena 3 se puede ver la noticia de la reunión del Club Bilderberg en Sitges en 2010. En la noticia se etiqueta como ‘antisistema’ a los que se manifestaban en contra del club, un término despectivo para mucha gente. En realidad son los miembros del propio Club Bilderberg los antisistema, pues gobiernan de manera antidemocrática.
Recuperamos el testimonio de diferentes testigos de extraños encuentros en carretera
sorprendentes casos gente sombra ensotanados
David contaba con 22 años de edad. Esa mañana se había levantado bien temprano para recorrer en su bicicleta los treinta kilómetros que separaban su domicilio en Azúmara de Mondoñedo, donde se celebraban las fiestas patronales. Después de divertirse, a eso de las once de la noche, emprendió el regreso a casa.
Las figuras se giraron muy despacio, sin tocar el suelo, como si flotaran
Media hora después, cuando rodaba cerca de la aldea de Barral, observó a dos personas que estaban en el borde del camino. David pensó que podían ser guardias civiles, pero al acercarse a unos cinco metros de ellos, se dio cuenta de que eran enormes. Según el protagonista: "Medían alrededor de dos metros. Estaban muy juntos, como pegados por los hombros, y llevaban puestas unas capas de color rojo que brillaban en la oscuridad. Sus cabezas estaban cubiertas por unas capuchas". David pasó a su lado, "tan cerca, que si alargo la mano, los toco", nos decía. En ese instante pudo verles las caras, "que eran totalmente blanquecinas, como si fueran mujeres muy viejas". A pesar del miedo, no quiso parecer descortés y los saludó con un "¡buenas noches!". Las figuras no contestaron, pero "se giraron a la vez, muy despacio, sin tocar el suelo, como si flotaran, y se quedaron dando la espalda al camino".
Marcelino Requejo publicó este suceso en su último libro, titulado Más allá de lo sobrenatural(Cydonia, 2018). En la misma obra da cuenta de otro caso espectacular de aparición de un ser ensotanado. Marcelino tuvo la oportunidad de entrevistar a dos de los cuatro jóvenes que vivieron una terrorífica experiencia en la madrugada del domingo 10 de marzo de 2001. Circulaban por la carretera AC-100, que une las localidades coruñesas de Porto do Barqueiro y Vila de Bares, cuando de repente del arcén salió "un tipo altísimo, de más de dos metros, vestido como los monjes, con hábito negro y la cabeza tapada con una capucha –relataba uno de los testigos a Requejo–. Frené en el acto, y quedamos parados a unos diez metros de ese ser. Él no se detuvo y empezó a cruzar la carretera. Pero no caminaba, se deslizaba como flotando, despacio, muy despacio. Llevaba la mano derecha extendida hacia delante, sujetando algo parecido a un candil que colgaba de una cadena corta; pero no era un candil, sino una luz blanca redonda, como una bombilla".
Justo cuando alcanzó el centro de la carretera, se detuvo y giró la cabeza mirando hacia el coche, mostrando su rostro a los horrorizados muchachos. «Nos llevamos un susto de muerte. Su cara era blanca como la nieve, parecía una calavera alargada. Y en lugar de ojos tenía dos círculos muy brillantes de color rojo». El ensotanado cruzó la calzada levitando, y al llegar al arcén izquierdo comenzó a volar, desplazándose por encima de los árboles, hasta que se perdió en la lejanía en pleno monte.
Su rostro era esquelético y completamente blanco
"ATROPELLÉ AL ENSOTANADO"
Unos años después, en julio de 2012, Marisol Sánchez atropelló en Saucedilla (Cáceres) a un ensotanado similar al descrito por los jóvenes del caso anteriormente relatado. La mujer golpeó con su coche a alguien que había aparecido de la nada. "¡Dios mío, lo he matado, lo he matado!, gritó. Cuando iba a descender del vehículo, se incorporó un ser ataviado con una sotana que la miró fijamente. Según Marisol, su rostro era esquelético y completamente blanco, y los ojos redondos y rojos. Mientras la mujer vociferaba fruto del pánico, la figura comenzó a alejarse del coche, momento en el que nuestra protagonista se percató de que no andaba, sino que se desplazaba levitando, como si avanzara subido en un patinete.
Miguel Pedrero es director adjunto de la revista Año/Cero y miembro del equipo de los programas radiofónicos La Rosa de los Vientos y El Colegio Invisible (ambos en Onda Cero). Es autor de una quincena de libros, el último de ellos titulado La verdad prohibida (Ediciones Cydonia).
Habría causado mucha menos sorpresa el titular «Corea del Norte, único país sin Google Maps», pero lo que uno se encuentra viajando por la famosa aplicación cartográfica es que, en realidad, es Corea del Sur quien no tiene información sobre vías de comunicación en su territorio.
Google Maps es el servicio cartográficoque Google lanzó en 2005 y que, desde entonces, ayuda a conductores por carretera, a viandantes que pasean y, según el Gobierno de Corea del Sur, a malvados espías que quieren conocer el sistema de comunicaciones de los países.
En otros artículos hemos explicado el largo conflictoque mantienen Corea del Norte y Corea del Sur -que de hecho siguen oficialmente en guerra, ya que nunca se firmó la paz-, pero esta vez la enemistad entre estos dos hermanos se expresa a través de la protección de datos a través de internet.
Una ley surcoreana de 1947 obliga al Gobierno a imponer fuertes restricciones para «proteger al país de Corea del Norte», por lo que el Ministerio de Tierra, Infraestructuras y Transporte no ha podido facilitar la información cartográfica nacional a Google. La multinacional estadounidense ha sido sustituida por empresas locales surcoreanas, cuya cartografía es la que aparece en el propio mapa de Google Maps.
El Gobierno de Corea del Sur ofreció a Google una base cartográfica con instalaciones militares borradas, pero el buscador exige siempre la cartografía completa. Además, la ley de 1947 impide que la información geográfica nacional surcoreana sea exportada a otros países. En su momento la ley se hizo pensando en que Corea del Norte podría utilizar esos importantes datos para planificar una invasión o realizar ataques medidos. Hoy, Corea del Norte tiene su territorio cartografiado por Google Maps y no ha ocurrido nada. Las tensiones se han rebajado mucho y en el siglo XXI es inútil tratar de esconder la geografía. Entonces, ¿por qué en Corea del Sur siguen protegiendo tanto su privacidad geográfica?
La explicación, como casi siempre, está en la economía. Sorprendía el titular del artículo porque Corea del Sur es conocida por su avanzado sector digital, su veloz internet y sus grandes compañías tecnológicas. Una de ellas, Naver, es la que posee el monopolio de la información cartográfica en el país. Hay quien dice que la fuerte relación entre el gobierno y la familia que controla la compañía asegura a ésta el dominio del negocio cartográfico surcoreano.
La información geográfica está valorada en miles de millones de dólares, y Google se ha encontrado en Corea del Sur con algo que no tenía ningún otro país: una empresa capaz de hacerle frente económicamente. Aunque Naver sólo ofrece su servicio de mapas en coreano, por el poco perfil turístico del país esto no suele ser un problema.
El problema de la ausencia de un servicio de mapas en inglés sale a relucir cada vez que hay un gran evento internacional en Corea del Sur en el que los visitantes extranjeros tienen que moverse por las calles de Seúl sin Google Maps. Lo que ocurre cuando pides a Google información de cómo ir de un punto a otro dentro de Corea del Sur es que aparece el mensaje: «Lo sentimos, pero parece que tu consulta sobre cómo llegar en coche queda fuera de nuestra área de cobertura actual».
El curioso caso de Google Maps y Corea del Sur demuestra la importancia de las leyes sobre el sector privado (porque es una ley la que frena a Google), la importancia de la seguridad nacional en la vida diaria (porque es la seguridad nacional la que impide al resto del mundo tener datos geográficos de Corea del Sur) y también la importancia de los intereses económicos (porque el negocio de la cartografía es deseado por las grandes empresas). La ley, la seguridad y los intereses se imponen para que el usuario no pueda utilizar en determinados lugares del mundo servicios que son normales en el resto del planeta.
El artista alemán Mario Klingemann, conocido por usar en su trabajo la tecnología más avanzada, utilizó una red neuronal para crear un vídeo totalmente insólito y escalofriante.
En las imágenes virales, se aprecia cómo decenas de rostros increíblemente realistas, generados por la red neuronal antagónica StyleGAN2, se transforman en sincronía con el ritmo del tema Triggernometry, del grupo Kraftamt.
«A veces veo a Tom Cruise, a veces no», «no debería haber visto esto antes de ir a la cama»; «tengo miedo y estoy confundido», comentaron algunos de los usuarios en el extraño vídeo, publicado por el propio artista en su cuenta personal de YouTube.
En Twitter, algunos de los seguidores de Klingemann compartieron sus momentos favoritos del vídeo:
Current progress on mapping music to facial expression vectors. #StyleGAN2#realtime