Existen muchas razones por las cuales discriminamos a los demás. Unas son evidentes, otras no tanto. Algunas reciben mucho eco mediático, otras ni siquiera se mencionan en los medios de comunicación.
Una de las discriminaciones más profundas a propósito de los ingresos familiares y que pocas veces se tiene en cuenta es la relativa al aspecto físico o la belleza. Una discriminación que tiene dos formas diferentes en función del sexo del trabajador: para ellos, la altura; para ellas, la delgadez.
Deep Learning
Un nuevo estudio publicado en PLOS One ha encontrado una relación entre la forma del cuerpo de una persona y sus ingresos familiares. Los hallazgos proporcionan más evidencia de la "prima de la belleza", un fenómeno en el que las personas que son físicamente atractivas tienden a ganar más que sus contrapartes menos atractivas.
Suyong Song , profesor asociado de la Universidad de Iowa, y sus colegas, observaron que las medidas utilizadas para medir la apariencia física tenían algunas limitaciones importantes. Por ello, se usaron datos novedosos que contienen exploraciones tridimensionales de todo el cuerpo, además de emplear una técnica de aprendizaje automático de vanguardia, llamada codificador automático gráfico.
Los investigadores utilizaron así los métodos de aprendizaje automático profundo (deep learning) para identificar características físicas importantes en escaneos de todo el cuerpo de 2.383 personas de América del Norte. Los datos provienen del proyecto Civilian American and European Surface Anthropometry Resource (CAESAR), un estudio realizado principalmente por la Fuerza Aérea de Estados Unidos de 1998 a 2000. El conjunto de datos incluía información demográfica detallada, medidas corporales de cinta métrica y calibre, y medidas digitales tridimensionales exploraciones de todo el cuerpo de los participantes.
Los investigadores estimaron así que un aumento de un centímetro en la estatura se asocia con un aumento de aproximadamente 998 dólares en los ingresos familiares para un hombre que gana 70.000 del ingreso familiar medio. Para las mujeres, los investigadores estimaron que una disminución de la obesidad de una unidad (convertida en IMC) está asociada con un aumento de aproximadamente 934 dólares en el ingreso familiar para una mujer que gana 70.000 del ingreso familiar.
El nuevo estudio evita una limitación importante de la investigación anterior que se basó en el atractivo autoinformado y los cálculos del índice de masa corporal, que no distinguen entre masa grasa, muscular o ósea. Lo que confirma con más fuerza la brecha salarial por belleza, uno de tantas discriminaciones que las personas experimentan en función de su atractivo físico, como podéis ver en el siguiente vídeo: