El iPhone ruso de 2100 años que los arqueólogos encontraron

 


¿Un iPhone de 2,100 años fue encontrado en Rusia? Eso fue lo que dijeron los arqueólogos que se encontraban investigando la llamada “Atlantis Rusa”, aunque no es exactamente lo que parece.

El primer iPhone apareció originalmente en 2007, con una versión que solo estaba disponible en Estados Unidos, y desde ese momento el mundo supo que estaba frente a algo que cambiaría la vida de todos para siempre. Ahora vamos por la generación número 13 y ya no podemos imaginar la vida sin los teléfonos inteligentes, pero gracias a la historia podemos saber y recordar cómo fue vivir sin un pequeño rectángulo de plástico y metal pegado a la mano.

¿Cómo le hacían los antiguos humanos para estar comunicados? Definitivamente no usaban un iPhone ni nada parecido, pero un misterioso objeto que apareció en una tumba en Siberia dio pie a una loca teoría de conspiración. La de que el iPhone ya existía hace miles de años, o al menos algún viajero en el tiempo dejó uno olvidado (como en el caso de la pintura mexicana que supuestamente muestra a un personaje con un objeto rectangular que se ve como un teléfono de la actualidad.

La historia del iPhone de 2,100 años



El descubrimiento fue realizado por un grupo de arqueólogos que se encontraban trabajando en Siberia. Ahí, se toparon con una tumba de alrededor de 2,137 años de antigüedad, donde encontraron un objeto rectangular que los sorprendió debido a que se veía muy parecido a los teléfonos de Apple.

El objeto fue encontrado junto con el cuerpo de una mujer joven, después de que una reserva siberiana se secara por las altas temperaturas del verano en 2019, en un lugar que, al estar cubierto por el agua, fue bautizado como la Altantis Rusa.

La mujer que tenía el “iPhone” recibió el nombre de Natasha y se cree que vivió durante el período Xiongnu en la antigua Mongolia durante el siglo III a. C. Al dar con su tumba, los arqueólogos desenterraron un gran objeto rectangular que, según ellos, se parece mucho a un teléfono inteligente, pero en realidad está formado por azabache negra, lo que le da la apariencia del iPhone, incrustado con pequeñas piedras preciosas y joyas que también se asemejan a las fundas que se usan para protegerlos y personalizarlos.

El arqueólogo Dr. Pavel Leus dijo: "El entierro de Natasha con un iPhone de la era Hunnu (Xiongnu) sigue siendo uno de los más interesantes en este lugar de entierro. Se cree que la mujer antigua solía usar la pieza como una hebilla de cinturón, lo que, de ser cierto, la convierte en una pieza increíble. El suyo era el único cinturón decorado con monedas wuzhu chinas que nos ayudó a fecharlo".

Tristemente el objeto no es un iPhone y tampoco una prueba de que los humanos ya han logrado viajar en el tiempo (aunque para eso está la misteriosa foto de Greta Thunberg en el pasado o el parecido de Keanu Reeves con otras figuras históricas), pero sin duda confirma que el interés de los humanos por la moda comenzó hace mucho, mucho tiempo, y usar accesorios no es exclusivo de la era moderna (y el descubrimiento solo se pudo hacer gracias a que la zona sumergida bajo el agua se seca por unos meses cada año).

La Dra. Marina Kilunovskaya del Instituto de Cultura de Historia Material de San Petersburgo, quien dirige la Expedición Arqueológica de Tuva, dijo: "Este sitio es una sensación científica. Somos increíblemente afortunados de haber encontrado estos entierros de ricos nómadas hunos que no fueron molestados por (antiguos) ladrones de tumbas".

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