Desdoblamiento corporal, proyección o viaje astral o experiencia extracorporal son términos con los que se conoce a este fenómeno que miles de personas a lo largo del mundo dicen haber experimentado. En esencia, una experiencia astral consiste en un “viaje” en el que el alma (denominada “cuerpo astral”) abandona el cuerpo (aquí, “cuerpo físico”). Las personas que viven este tipo de experiencias relatan que son capaces de ver su cuerpo desde el aire y recorrer los lugares cercanos a su cuarto (o al espacio donde están dormidos).
Los viajes astrales pueden darse por toda una plétora de motivos. Mientras que los psicólogos afirman que se trata de un fenómeno meramente mental, la mayoría de personas que han vivido el fenómeno afirman que se trata de algo real, y que pueden presenciar cosas que están por fuera de su alcance sensorial físico, algo que no podría explicarse si el fenómeno no trasciende el espacio.
Las experiencias astrales de acuerdo con la psicología
Comencemos por las explicaciones psicológicas. De acuerdo con los miembros de este campo, el viaje astral o desdoblamiento es un fenómeno desencadenado por varios factores psicológicos y neurológicos que se considera un estado mental, como un sueño o un estado de conciencia alterada. Para la psicología oficial el desdoblamiento (conocido como “”experiencia extracorporal” o “experiencia fuera del cuerpo”) no tiene vinculación alguna con un fenómeno paranormal.
Desde finales del siglo XIX se han propuesto decenas de teorías sobre el fenómeno, algunas que involucran causas como la paranoia o la histeria, otras que lo vinculan a regresiones en busca del momento del nacimiento y otras que lo relacionan con fenómenos como los sueños lúcidos. Sin embargo, en un artículo publicado en el año 2003 el psicólogo Terence Hines afirmó que logró desencadenar episodios de este tipo estimulando zonas específicas del cerebro, y que los episodios se deberían a pequeños malfuncionamientos de este órgano.
En resumen, los psicólogos no se ponen de acuerdo sobre la causa precisa de las “experiencias astrales”, pero coinciden en su naturaleza “normal”, por decirlo de alguna manera. Así mismo, diversos experimentos – no siempre tan éticos – han demostrado que los viajes astrales pueden forzarse en una persona usando alucinógenos (como Ketamina, DMT – no en vano apodada la molécula de Dios –, metanfetaminas y LSD), inducción mental (con técnicas de meditación, trance y visualización) e inducción mecánica (con toda una plétora de métodos, desde la sincronización de ondas cerebrales hasta la privación sensorial, entre muchos otros).
Las experiencias astrales como un fenómeno paranormal
La mente es un órgano extremadamente complejo y aún no sabemos si lo comprenderemos del todo algún día. La conciencia, eso que nos hace humanos, es algo difícil de explicar desde cualquier campo del conocimiento. Incluso asumiendo que los viajes astrales ocurran solo en nuestra mente, el fenómeno es lo suficientemente mágico y extraño para merecer toda nuestra atención.
Pero como siempre, existen teorías que proponen una aproximación… algo diferente. Todas estas teorías, aunque pueden variar en los detalles, están de acuerdo en una cosa: las llamadas experiencias astrales representan verdaderamente un abandono del cuerpo por parte de la entidad “viva” de la persona. El alma, como en la tradición platónica, estaría atada al cuerpo terrenal, pero en estos viajes la persona podría librarse de esta atadura y visitar el mundo en su forma verdadera, de alma libre. Desde las tradiciones chamánicas (donde el abandono del cuerpo es un concepto común) hasta las tradiciones esotéricas modernas, son muchas las corrientes que convergen en la defensa de este fenómeno.
En el chamanismo, por ejemplo, los viajes astrales se utilizan como una herramienta para comunicarse con los espíritus que viven sobre la tierra, y le permiten al chamán volar para visualizar el mundo a su alrededor y advertir de peligros a los miembros de su tribu. Mediante los viajes astrales las personas podían ponerse en contacto con las energías de la tierra y así encontrar, por ejemplo, la forma que tomaba su alma protectora.
Las creencias esotéricas presentan algo más de variedad, pero en general establecen que los viajes astrales se pueden definir como una bilocación que puede usarse para fines altruistas, de elevación espiritual o negativos, claro, aunque esto último sería poco común. Los viajes astrales pueden ocurrir de manera espontánea (y muchas personas los viven desde niños sin ser conscientes de ello), llegando en ocasiones a suceder en estado de vigilia y sin intención previa de realizarlos, sin embargo, la mayoría de las personas tienen que pasar por un periodo mediano a largo de aprendizaje para lograr vivir la experiencia.
Curiosamente, todas – o al menos la gran mayoría de – las tradiciones esotéricas afirman, contrario a la creencia popular, que no hay peligro alguno en una experiencia astral. Si bien es común que las personas afirmen que uno puede “quedarse afuera del cuerpo”, ya sea porque su alma se pierde en el mundo o porque el cuerpo es ocupado por otra entidad, quienes conocen y han vivido la experiencia afirman que esto no tiene sentido, pues existe un vínculo muy fuerte entre el alma y el cuerpo que impide que ambos se separen por demasiado tiempo (antes de la muerte, claro.)
Las técnicas para acceder a una experiencia astral son variadas, pero cuando no involucran el uso de sustancias alucinógenas con fines rituales (generalmente DMT en forma de yagé, aunque también LSD) suelen referir procesos de meditación, concentración y control de la respiración en un ambiente cómodo, cálido y de luz tenue. El objetivo de estos procesos sería detener el estado de sueño en la duermevela para conseguir la separación del cuerpo astral.
¿Conocen a alguien que sea capaz de realizar un viaje astral? ¿Les gustaría tener una experiencia de este tipo? Sería interesante que quienes puedan realizar una pusieran a prueba sus capacidades para determinar la veracidad del fenómeno (por ejemplo, leyendo un papel que su pareja colocó en la sala antes de dormir) y comentaran aquí los resultados.
Cortesía de Monita