La Moringa es un árbol que crece rápidamente, alcanzando hasta una altura de unos 10-12 metros. Su tronco posee un diámetro de 20 a 30 cm. La copa es poco densa, de forma abierta, tirando a sombrilla, el tronco puede ser único o múltiple. Echa una raíz fuerte y profunda. El árbol florece y produce semillas durante todo el año. De la Moringa se aprovecha prácticamente todo. Se cultiva en muchos países tropicales para la alimentación humana y animal, en la que se obtienen buenos resultados en la producción avícola, porcina, ovina, caprina, de carnes, huevos y leche, así como para su uso como medicamento y para la purificación del agua. Posee un alto contenido en proteínas, vitaminas y minerales y ofrece una amplia variedad de productos alimenticios, ya que todas las partes de la planta son comestibles: las vainas verdes, las hojas, las flores, las semillas y las raíces.
La Moringa tolera un amplio rango de condiciones medioambientales, soporta altas temperaturas, acepta grandes podas, es muy resistente a la sequía, prefiere suelos arenosos con buena capacidad para drenar, no sobreviviendo bajo una inundación prolongada. Se conoce como el árbol de la vida, el árbol generoso, el árbol milagroso, el árbol de la esperanza.
Moringa oleífera tiene diversas variedades, distinguiéndose las Supergenious y Plain, ambas provenientes de la India, siendo los frutos de la primera mayores y la segunda, muy similar a la que crece en Cuba.
Las hojas
Las hojas frescas de Moringa tienen grandes cualidades nutritivas: más vitamina A que las zanahorias, más vitamina C que las naranjas, más calcio que la leche, más potasio que el plátano, más hierro que la espinaca, más proteína que ningún otro vegetal.
Las hojas son muy apetecidas, con ellas se pueden preparar infusiones, ensaladas verdes, pastas para bocaditos, salsas, sopas o cremas, guisos, arroz salteado, frituras, y aliños en general. Pueden también ser mezcladas con jugos o cocteles de frutas, con diferentes platos de huevo, entre otras variantes, lo cual enriquecería notablemente el valor nutricional en cuanto a proteínas, vitaminas y minerales de dichos alimentos.
Estas hojas pueden secarse a la sombra y conservarse enteras o molidas, dando un polvo que permanece por meses sin perder sus propiedades y es útil para ser usado como condimento o ser añadido a sopas, caldos, jugos, etc.
Las flores
Las flores son blancas, cremosas, con estambres amarillos y nacen en racimos. Son melíferas y ricas en calcio y potasio. Pueden consumirse crudas o cocinadas, acompañando ensaladas, sopas u otros platos, y en la preparación de infusiones.
El fruto
El fruto es una vaina o cápsula de sección triangular que, verde y tierna, es ampliamente consumida en forma de guisos y otras preparaciones, siendo famosa por sus propiedades afrodisíacas y su contenido en proteínas, aminoácidos esenciales y múltiples vitaminas.
Las semillas
Las semillas son redondeadas, carnosas, cubiertas por una cáscara fina de color café y con un tejido a modo de "alas", contienen entre un 35 y un 40 % de aceite comestible que no se vuelve rancio, de muy alta calidad, poco viscoso y dulce, similar al aceite de oliva, muy bueno para aliño de ensaladas. Las semillas tiernas hervidas en agua son similares a los garbanzos, y secas y tostadas recuerdan al maní.
La torta de semillas secas machacadas posee, además, propiedades purificadoras. Gracias a sus componentes activos se puede lograr potabilizar el agua, ya que eliminan las partículas sólidas y los microorganismos contaminantes de la misma.
Cortesía de Monita