Anteros: el dios del amor correspondido


Anteros es el dios griego que personifica el amor correspondido. Conocido con el mismo nombre en la mitología romana, era hijo de los dioses Ares y Afrodita. También hay que resaltar que Anteros era un erote, es decir, una deidad vinculada al amor al igual que sus hermanos: Himero, dios que representaba la atracción sexual y Eros, el dios que representaba el amor no correspondido.
Sus otros hermanos eran Fobos y Deimos, acompañantes de Némesis, diosa del equilibrio justo, y Armonía, diosa de la concordia.

La rivalidad de Anteros y Eros
Afrodita se encontraba preocupada que su hijo Eros no creciera y se siguiera comportando como un niño. La titánide de la justicia -Temis- le aconsejó a la diosa que su hijo necesitaba una contraparte para equilibrar las fuerzas del amor, que no podía crecer sin pasión.

Fue por eso que Afrodita concibió a Anteros y fue gracias a él que Eros logró convertirse en un hermoso y robusto joven. Sin embargo, ambos hermanos se peleaban constantemente ya que cada uno representaba un tipo de amor diferente: Eros el amor unilateral, no correspondido y decepcionante mientras que su hermano era el amor mutuo, pasional y duradero.

La rivalidad de aquella hermandad terminó convirtiendo a Anteros en el vengador del amor no correspondido, quien daba remedio a las meteduras de pata de su hermano, que solo ocasionaba estragos a su alrededor.

Meles y Timágoras
Como lo mencionamos antes, Anteros se convirtió en el vengador de los amores no correspondidos. Es así como se nos presenta la historia de un amor trágico gracias a las discordias propiciada por las deidades: se cuenta que Meles era un joven ateniense a quien amaba otro joven llamado Timágoras. Éste último, hacía todo lo que le pedía Meles, pero su amor no era correspondido y era obligado a soportar los caprichos y desprecios de aquel.


Creyendo tal vez que Timágoras no haría todo lo que le pidiera, Meles lo desafió a arrojarse de lo alto de las rocas de la Acrópolis. La historia terminó en muerte: Timágoras saltó sin vacilar y se mató. Desesperado, ante lo que había hecho, Meles se precipitó a su vez y se mató sobre su cuerpo. Dicen que aquel acto fue propiciado por el mismo Anteros, mientras que hay otras versiones que cuentan que la diosa Afrodita conmovida por el destino de Timágoras, condenó a Meles a una vida inmortal.

El verdadero símbolo de los enamorados
Hasta las deidades tienen un retoño favorito y ese fue Eros, quien gracias a la decisión de su madre se terminó convirtiendo en su ayudante, pue él era todo lo que un amor no debería ser: caprichoso e infantil. Contrario a lo que sería su hermano amor duradero, pues la diosa puso encima al que podía causar más desgracias entre los humanos y el Olimpo.

Como curiosidad final, al dios se le suele representar como un hermoso joven con alas de mariposa: su más famosa representación se encuentra en el Picadilly Circus en Londres.
Fuentes:
https://www.lanacion.com.ar/opinion/meles-y-timagoras-nid747208/

Cortesía de Monita


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