DESCUBREN RESTOS DE NIÑOS Y MUJERES MEXICAS MASACRADOS POR CONQUISTADORES ESPAÑOLES

En 1521, Hernán Cortés dio la orden de acabar con el pueblo de Zultepec. 500 años después, arqueólogos hallaron los restos de mujeres y niños que fueron asesinados mientras huían.




En julio de 1521, los nahuas de Zultepec-Tecoaque (Tlaxcala), un pueblo aliado de la Triple Alianza, capturó una caravana española a su paso por la localidad. Se trataba de un grupo enviado por Pánfilo de Narváez con la intención de aprehender a Cortés, que posteriormente fue sacrificado y ofrecido a los dioses.

Ocho meses después, Hernán Cortés ordenó a su alguacil mayor, el conquistador Gonzalo de Sandoval, a “destruir y asolar” Zultepec, como venganza por la captura y sacrificio de la caravana española.

Estos hechos forman parte de las escasas fuentes de la época, como la Historia verdadera de la conquista de la Nueva España de Bernal Díaz del Castillo, y la Tercera Carta de Relación de Hernán Cortés; sin embargo, no fue hasta cinco siglos después que arqueólogos del INAH (Instituto Nacional de Antropología e Historia) encontraron evidencia de la masacre a manos de los españoles en la localidad de Zultepec.
Según los restos hallados a lo largo de la calzada principal y los hogares cercanos a ella, la venganza sucedió en un solo día:

La evidencia arqueológica sugiere que algunos guerreros lograron huir, mientras que las mujeres y niños acolhuas fueron las principales víctimas de la destrucción de Zultepec. En un tramo de 120 metros de la calzada principal, el equipo de arqueólogos encontró una decena de osamentas de mujeres que fueron masacradas y fallecieron mientras protegían al menos a diez niños de entre 5 y 6 años de edad, cuyos restos también fueron identificados en el sitio.

Inmediatamente después de su muerte, sus restos fueron “sepultados de manera improvisada”, cumpliendo con la orden de Hernán Cortés.



A pesar de que el pueblo de Zultepec sabía que corrían el riesgo de una ofensiva española y tomaron acciones preventivas, como levantar muros antes de la llegada de los hombres de Gonzalo de Sandoval y esconder los restos de los sacrificados, las acciones no fueron suficientes para repeler el ataque.
Incluso las mujeres y niños nahuas que se mantuvieron en sus hogares durante el asalto español a Zultepec corrieron la misma suerte. Los arqueólogos descubrieron que las personas que se escondían fueron mutiladas: 

“Las mujeres y niños que se mantuvieron resguardados en sus aposentos, fueron a su vez mutilados, como lo evidenció la recuperación de huesos cercenados en el piso de las habitaciones. Los templos también fueron incendiados y las esculturas de dioses, decapitadas; así se destruyó este sitio que representó una resistencia para Cortés”, explica el INAH.



En el sitio se han encontrado cerca de 25 mil piezas y los trabajos continuarán con el fin de conocer más sobre un episodio clave en la Conquista del Valle de México y la posterior caída de México-Tenochtitlan.




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