En el mundo hay lugares increíbles, en los que parece que las leyes físicas no se aplican, lugares que parecen salidos de alguna película o de un videojuego. Te proponemos un viaje que no te dejará indiferente, acompáñanos en nuestro top de los 10 lugares increíbles más asombrosos del mundo.
Volcán Dallol, Etiopía
Uno de los lugares increíbles más surrealistas e inhóspitos del planeta. Un paisaje más propio de una película de Star Wars que de nuestro planeta. La intensa actividad sísmica y volcánica de la depresión de Afar ha provocado las aguas subterráneas en contacto con el magma, emerjan de la tierra en forma de geiser y aguas termales. El azufre y las sales de estas aguas es lo que da este aspecto a la zona al juntarse con el característico color rojo de las tierras de esa zona.
Para acabar de darle un aire fantasmal a la zona, aquí no existe ningún tipo de vida (más allá de la microscópica) y es que entre la temperatura media de 50º, los vapores tóxicos y la gran cantidad de azufre, la vida allí resulta imposible. Los habitantes de la zona evitan acercarse a este volcán porque piensan que es un lugar habitado por demonios ¡y, viendo su aspecto, no es difícil creerlos!
Salto Ángel, Venezuela
El Salto Ángel es una catarata que dejaría con la boca abierta al mismísimo Indiana Jones, no en vano es el salto de agua más grande del mundo – es 17 veces más alto que las cataratas del Niágara. Este impresionante salto se encuentra en el tepuy Auyantepuy (un tepuy es una montaña de cima plana que cae en abruptas paredes verticales), en el Parque Nacional de Canaima. Existen dos maneras de visitar el Salto Ángel, sobrevolando la zona en avioneta o llegando al mirador a pie, tras remontar un río durante varias horas. Sea como sea, la visión de un salto de agua de casi un kilómetro de altura en mitad de la selva, es algo que no deja a nadie indiferente.
Geiser Fly, desierto de Nevada (EEUU)
Un montículo de colores que arroja chorros de agua por sus puntas, rodeado de pequeñas piscinas verdes, en mitad de un desierto. No, no estás jugando al Candy Crush, este curioso capricho de la naturaleza es real. Para ser justos, hemos de decir que en esta formación ha intervenido la mano del hombre que, en su búsqueda de agua para conseguir energía geotérmica, en la década de los 60 perforó esta zona. Sin embargo, el agua no salía con la temperatura necesaria y decidieron sellar la perforación.
Fue en este punto cuando la naturaleza decidió hacer de las suyas y el agua empezó a salir a presión a más de metro y medio de altura hasta el día de hoy, que continúa saliendo. Los sedimentos del agua al depositarse son las que poco han poco han creado las formaciones cónicas y las pequeñas pozas de alrededor y las bacterias y algas que allí viven lo dotan de esa gran variedad de colores vivos. El hecho de que esta maravilla se encuentre en uno de los desiertos más áridos del planeta lo hace todavía más impresionante. Si decides visitarlo alguna vez, ten en cuenta que se encuentra en una propiedad privada y que sus visitas están restringidas.
Cueva Melissani, Cefalonia (Grecia)
Una cueva con un gran agujero por donde se puede ver el cielo y, dentro, un lago de aguas turquesas y cristalinas. Cuenta la leyenda que este era el hogar de las antiguas ninfas que, otra cosa no, pero buen gusto para elegir donde vivir sí tenían. El contraste de la oscuridad de la gruta y la luz que se filtra por el agujero, reflejada en la superficie del agua, junto a la vegetación que rodea la cueva, genera una atmósfera de colores y sensaciones que te cautivarán.
Las visitas a esta gruta se hacen en pequeñas barcas de remo y tienen una duración de unos 20 minutos. Para poder verla, tendrás que viajar a la preciosa isla griega de Cefalonia, en el archipiélago griego de las islas Jónicas.
Lago Retba, Senegal
¿Te imaginas un lago de aguas rosas en sus más de 3 kilómetros de extensión y rodeado de palmeras y vegetación? Pues así es este lago, situado a unos 30 kilómetros de Dakar y famoso porque allí era donde finalizaba el famoso rally París-Dakar.
El peculiar color de sus aguas se debe a la presencia de unas cianobacterias del lugar. Pero esta no es la única peculiaridad del lago, que también cuenta con una salinidad superior a la del mar muerto, por lo que se puede flotar plácidamente sobre sus aguas como si de un gran batido de fresa se tratase. Existen excursiones guiadas a este lago, aunque la mejor manera de hacerlo es alquilando un 4X4, para disfrutar de las dunas y de las pequeñas poblaciones de su entorno.
Monte Tianzi, China
Tranquilo, no estamos en Pandora, aquella maravillosa tierra que James Cameron creó para su película Avatar. Pero sí estamos en el monte en el que se inspiró para crear esa tierra. Y es que, con sus más de 300 columnas verticales de 300 metros de altura, el Monte Tianzi es uno de esos lugares increíbles en los que la realidad supera la ficción.
Estas espectaculares formaciones se encuentran en el Parque Nacional del Bosque de Zhangjiajie y es una de las grandes atracciones turísticas del país. Sin embargo, en este caso, se ha sabido dotar la zona de los medios necesarios para las visitas turísticas sin alterar el entorno de manera agresiva. Sin duda, el teleférico que recorre este monte a más de 1.000 metros de altura es una de las atracciones que no te debes perder si visitas este monte. Además del monte, todo el entorno del parque con sus 690 kilómetros de extensión, llenos de fauna, flora y paisajes espectaculares, pueden suponer un viaje en sí mismo.
Cascada Blanca Pamukkale, Turquía
En esta cascada tendrás la sensación de caminar sobre las nubes como hacía Mario Bross. A pesar de que su nombre significa “montaña de algodón”, esta increíble formación está compuesta por piedra caliza que desde hace miles de años ha ido formando estas terrazas de aguas termales, a las que se le atribuyen propiedades curativas.
Para frenar el deterioro provocado por el turismo desmesurado, estas formaciones están protegidas y se han construido unas replicas iguales a su lado, donde podrás bañarte sin problema a la vez que disfrutas de esta maravilla de la naturaleza sin deteriorarla.
Salar Uyuni, Bolivia
El Gran Salar de Uyuni, con sus 10.500 kilómetros cuadrados, es el mayor desierto de sal de la tierra. Una gran planicie salada que parece salida de otro planeta. Una visita completa a este lugar lleva unos 3 o 4 días, ya que no sólo hay desiesto en Uyuni, en él podrás disfrutar de lagunas de distintos colores, formaciones rocosas únicas, una fauna propia de este entorno desértico e incluso auténticas islas de cactus que sobreviven en el medio de este entorno. Sin duda, un lugar donde darnos cuenta de lo pequeños que somos ante la inmensidad de la naturaleza.
Pozo de Darvaza, Turkemistan
Un cráter de 60 metros de diámetro que arde constantemente en mitad de uno de los desiertos más grandes del mundo. Sin duda el apodo de “puerta del infierno” le viene al pelo a este cráter en el que cualquier banda de Heavy Metal estaría encantado de grabar un videoclip si el régimen de Turkemistan – el segundo más cerrado del mundo, después de Korea del Norte – lo permitiese.
Este pozo está literalmente lleno de gas y, según cuentan las historias, fue la mano del hombre la que le prendió fuego. Parece ser que la idea original era prenderle fuego y esperar una semana a que se apagase para entrar en el cráter…y de momento lleva más de 45 años ardiendo. Un pequeño error de cálculos lo tiene cualquiera ¿No? En cualquier caso, el resultado ha sido el de uno de los mayores espectáculos sobre la tierra.
Lagos de Plitvice, Croacia
El Parque Nacional de los Lagos de Plitvice son un conjunto de bosque, lagos y cataratas que destacan con el azul turquesa de sus aguas en conjunción con el colorido verde de su flora. Este parque nacional es uno de esos escasos lugares increíbles de Europa, donde aún sobrevive la fauna salvaje europea en todo su esplendor: osos, linces, lobos, búhos, urogallos…
Además de toda la vida que habita este parque, los lagos tienen vida en sí mismos ya que cada cierto tiempo cambia el curso de sus aguas originándose nuevos ríos y cataratas. Sin duda, uno de los bosques más mágicos que se pueden encontrar en Europa.
Cortesía de Monita