Descubren primera tumba troncocónica en Cantona, Puebla. ¡Así luce!

 
Arqueólogos hallaron la primera tumba troncocónica en la zona de Cantona, Puebla, cuya antigüedad se calcula en más de 2 mil años, así lo dio a conocer el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) en un comunicado donde resaltó la forma de este hallazgo. 

_¿ Cómo descubrieron la primera tumba troncocónica en Cantona, Puebla? 

 La primera tumba troncocónica en Cantona, Puebla, fue descubierta al excavar un entierro múltiple, localizado por pobladores de Tepeyahualco mientras recolectaban material para construcción. Este hallazgo se dio a un costado de un camino de terracería en las afueras de la cabecera municipal, en un terreno conformado por una serie de pequeñas formaciones irregulares, parecidas a pequeños montículos, aplanados en la parte superior, compuestos de roca basáltica y tezontle fino, aprovechado por los pobladores del municipio como banco de materiales para hacer sus casas.

 Fue justo en el interior de uno de los montículos en donde se detectó la osamenta y la primera tumba troncocónica en Cantona, Puebla. Las dimensiones de la tumba, con forma de botella, eran de 1.60 metros de altura, el diámetro aproximado en la base es de 97 centímetros, la cual se ampliaba hasta 1.10 metros a la mitad de la estructura, y en el extremo superior se cerraba hasta 45 centímetros. 

¿Que antigüedad tiene la primera tumba troncocónica en Cantona, Puebla? 

 De acuerdo con el INAH, se cree que la primera tumba troncocónica en Cantona, Puebla, se compone de los restos óseos de cuatro individuos jóvenes, por su asociación con cerámica de la fase Cantona I Tardío, por lo que se calcula una antigüedad de más de 2 mil años.

 El área del hallazgo de esta tumba troncocónica se encuentra en el margen sur de la escurrentía de lava basáltica sobre la que se asentó Cantona, y por su cercanía a la antigua ciudad prehispánica se deduce que los restos óseos corresponden a esa misma cultura, la cual floreció en el periodo conocido como fase Cantona I Tardío, el cual se desarrolló en los años 300 a.C. al 50 d.C.

 Según un análisis preliminar del INAH, los restos encontrados en esta tumba troncocónica corresponden en su mayoría a los tipos Tezontepec Rojo y Payuca Rojo, ubicados cronológicamente para la fase Cantona I Tardío (300 a.C.–50 d.C.), aunque en los niveles superiores, al exterior del montículo, se halló un fragmento de un vaso característico del tipo Poleo Rojo con manchas negras, cuya cronología es muy amplia, ya que se ha detectado entre los periodos Cantona I Tardío y Cantona III (150 a.C.–900 d.C.).

 Ante estos hallazgos, el INAH anunció una investigación más profunda. 

¿Qué es una tumba troncocónica y qué representa en Cantona? 

 La tumba troncocónica es llamada justo así por su forma, un sistema constructivo en forma de botella, con paredes de piedra careadas, pulimentadas hacia el interior; mientras que al exterior conservan la forma natural de la roca basáltica. Este tipo de tumbas son características del periodo Formativo, que corresponde al año 300 a.C.; se han localizado al sur de la Cuenca de México, en Cuicuilco, y en la región de occidente, en Guanajuato y Michoacán. Requerían de un fino tallado en la forma de la botella tipo cono por dentro para que, al depositar los restos óseos, fueran protegidos por la roca basáltica de forma natural y se conservaran los cuerpos durante muchos años. El hallazgo de este sistema de enterramientos troncocónicos al sur de Cantona, Puebla, permite deducir que, desde las primeras fases de ocupación de la ciudad prehispánica, el tamaño de ésta abarcaba una gran extensión y que sus pobladores asentados en la periferia efectuaban prácticas funerarias complejas, así como costumbres recurrentes en el continente americano desde la antigüedad, como la deformación craneana, indicaron los investigadores.

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